Un rincón sin luz

**Nana.Wilder** Lun Sep 07, 2009 3:50 pm

Sentada en un rincón de un pasillo solitario, bajo una vela ya consumida ocultaba su rostro con su larga melena color café con leche. El día anterior había habido partido de Quidditch, su hermano era bateador y tubo que cargar con el riesgo que eso comportaba, una bludger le había golpeado la cabeza y se había quedado inconsciente, y al parecer lo estaría durante días. No era una gran noticia, solía pasar, pero para Nana fue demasiado. Era la primera vez que sufría por su hermano, la primera vez que estaba en la escuela sin Even, sin nadie.
Se olvidó de lo que le advertían los viejos robles de los jardines, se olvidó de ese extraño que la buscaba, e incluso dejó un poco de lado a Cacahuet. No quería ir a las clases y se pasaba las horas en ese rincón sin luz de un pasillo vacío.

**Amy.Aba** Jue Sep 10, 2009 12:44 pm

El principio de curso no había sido extraodinariamente bueno ni sorprendentemente malo, simplemente había sido, ahí estaba, había empezado. Amy se limitaba a asistir a las clases que le tocaban y a jugar con Zane en su tiempo libre, pero ese día no transcurrió con esa aburrida rutina. Zane se había escapado y Amy andaba buscándolo por los pasillos cuando se encontró con Nana. Al verla se paró.
-¿Te ha pasado algo?-dijo extrañada.
-Todo el mundo sabe lo que ha pasado... pero nadie en el mundo parece darle importancia...-respondió ella sin levantar la cara, escondida entre sus rodillas.
Se sentó a su lado y la miró.
-Pues yo no tengo ni idea de lo que ha pasado
-¿No fuiste a ver el partido de Quidditch ayer?-la miró secándose las lágrimas de los ojos.
-Me quedé jugando con Zane
-Todo el mundo va a los partidos de Quidditch
-Entonces yo no soy nadie -dijo medio bromeando.
Nana suspiró y volvió a fijar su mirada al suelo.
-Mi hermano es un bateador de Bordeaux y en el partido de ayer una bludger, cayó de su escoba y está inconsciente desde entonces...
-No te preocupes, se va a poner bien -intentando animarla.
-Eso ya lo sé... Pero ahora estoy sola, yo y Cacahuet estamos solos... y... hacía tiempo que no estaba triste...
-La soledad tampoco es tan mala... además cómo tú dices tienes a Cacahuet ¿no? Así que anímate y vuelve a sonreir y a sacar sonrisas a los demás
Nana negó con la cabeza.
-Cacahuet siente lo mismo que yo, los dos estamos tristes, y si él está triste yo no quiero sonreír, y si yo estoy triste él no quiere hacerme cosquillas... Y la soledad es mala... Es muy mala
-Todo es acostumbrarse...
-No quiero acostumbrarme a estar sola... ¿Quien quiere acostumbrarse a estar solo? Yo prefiero esperar a que mi hermano se ponga bueno...
-A veces no es "querer"... Haces bien en querer esperar -Amy se levantó sin mirarla -Somos demasiado distintas, mis consejos no te servirían
Nana se levantó y la miró con ojos de niña pequeña.
-¿Tú también estás sola?
-Lo mío ya es una rutina...
-¿Y por qué no mientras yo espero tú rompes un poco tú rutina? Podríamos ser amigas...Amy se sorprendió al oír eso y la miró extrañada
-¿Quieres ser mi... amiga? -dijo intentando pronunciar correctamente esa palabra tan extraña para ella.
-...¿Por qué no? -abajó la mirada sin entender el por qué de que a Amy se le hiciera tan extraño.
-Nadie nunca ha querido ser mi amigo...
-¿Por?-la miró extrañada.
Amy abajó la mirada.
-Yo soy una chica a quien le cuesta mucho relacionarse y siempre va a su bola. Supongo que a los demás no les haría gracia tenerme como amiga y me limité a estar con Zane.
Nana la miró y sin poderlo evitar empezó a reír.
-Yo tampoco he tenido nunca amigos, siempre lo he hecho todo con mis hermanos -la miró y sonrió-. Los niños del pueblo dicen que mi familia es rara y que les damos miedo, los adultos en cambio les caemos bien, pero no me pondré a jugar con la señora Meyer que tiene 77 años... Y aquí en la escuela también voy mucho a mi aire, ignorando a los demás... perdiéndome en mis pensamientos[/b] -dijo sonriendo.
-La diferencia es que tú siempre vas sonriendo y despreocupada. Yo soy todo lo contrario. A mí no vas a sacarme una sonrisa así cómo así.
Nana la miró sin dejar de sonreír.
-Tengo un secreto, por eso siempre sonrío
Amy la miró indiferente y suspiró.
-Me alegro que hayas sonreido de nuevo
-¿Me acompañas a ver a mi hermano a la enfermería?
-¿Puedo llevar a Zane?
-Se supone que en la enfermería no pueden llevarse animales, pero yo a Cacahuet lo escondo... Si quieres te ayudo a esconderlo si lo vigilas bien
-Me gusta arriesgarme. Voy a buscarlo.
-Quedamos en la puerta de la infermería.
-De acuerdo -Amy se fue a su habitación y encontró a Zane en su cama durmiendo.

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