De vuelta a Le Naufrage

**Enya Edelweiss** Dom Oct 04, 2009 2:14 pm

Enya entra en el garito con Deleela a los hombros y la chaqueta puesta. Tiene las manos heladas como un cadáver y está pálida por el frío. Los trabajadores, que están jugando al Black Jack, la saludan desde su maesa y ella les responde con una sonrisa oreja a oreja. El regente suelta y el trapo con el que secaba los vasos y le lleva una taza de chocolate caliente a la mesa y un par de hurones para Deleela. Deja en el suelo los hurones que desaparecen dentro de Deleela después de una estrujada y el chocolate en la mesa. Enya coje la taza con ambas manos sintiendo el reconfortante calor en ellas. El tabernero le lleva a Deleela un cojín de espuma de esos para perros grandes y Deleela se tumba en él enrollada como las ruedas de regaliz pero con la cabeza apoyada sobre si misma. El viejo lobo de mar se sienta en la mesa con Enya y se sirve un vaso de ron.
- Has vuelto sola, bucanera ¿algún problema con el grumete de agua dulce?
- Nah, me he mostrado un poco demasiado agresiva con él porque le prometí a una persona que iba a protegerla y temía que él representara un peligro.
- Si se guía solo por tu conducta agresiva significa que no es más que un grumete que se marea en el barco.
- Bueno, pero no debí dejarme llevar por mi instinto animal, capitán -Enya da unos cuantos sorbos de chocolate. El color comienza a volverle a la cara- Supongo que no tener noticias del chico que me gusta también ha jugado en mi contra... capitán, tiene algún manual de uso de los hombres?
- Ese no lo suelo pedir demasiado -El pirata esboza una sonrisa divertida-, el más solicitado es el de las mujeres, bucanera.