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Mensaje  Angel Ereb Jue Jul 09, 2009 1:21 am

- Sonríe un poco, guapa- Le dijo Draco
- Que sonría?! Eres un desgraciado!- Contestó Hermione
- Perdiste la apuesta, acéptalo de una vez y no seas cría!
- Trucaste los resultados!
- No puedes demostrarlo, así que técnicamente la apuesta la gané limpiamente.
- Limpiamente, limpiamente... maldito seas veinte-mil trillones de veces!
- Gracias por lo buenos deseos, señorita. No eres la primera que me maldice, querida.
Una apuesta, todo le estaba pasando por una maldita y repuñetera apuesta que había perdido. Ella nunca jamás había apostado nada con nadie, ni siquiera cuando sabía seguro que iba a ganar, pero aquella vez había sido diferente; el Slytherin había atacado donde más le dolía, a sus padres muggles. Todo había comenzado en el torneo de ajedrez mágico, era la final, solo quedaban Ron y un chico Slytherin, Geremías, que se disputaban el titulo de campeón.
- Me apuesto lo que sea a que gana Geremías.- Comentaba el rubio de Slytherin
- No apuestes que perderás, Malfoy- Dijo Harry visiblemente indignado
- ¿Te he pedido tu opinión, Potter?
- Como si lo hubieras hecho- Contestó Hermione
- Mira quien habla; la señorita "yonoapuestonunca"
Las risas saltaron en el grupito de Malfoy, unas risas de lo más falsas puesto que la mitad de los integrantes de dicho grupo aún procesaban la información del chiste
- No apuestas por miedo a perder
- No apostaría aunque a Geremías solo le quedara el rey y a Ron todas las piezas.
- No mientas, no apuestas por miedo a perder, como todos los sangre sucia como tú.
- ¡Repite eso, capullo!
- ¿El qué?¿Lo de la sangre sucia? Uy, perdona, lo he vuelto a decir.
- A mi familia la dejas tranquila, inútil!!!
- Herm, contente. Ganará Ron y tendrá que tragarse sus palabras- Le susurró Harry al oído
Hermione pareció calmarse y volvió a mirar la partida. Pasada media hora aquello no terminaba y alguien le tiró del brazo para apartarla de la multitud. Quedó arrinconada entre la pared y un Malfoy que parecía airado a sobremanera. Parte de su larga melena rubia le caía delante de la cara dejándole el rostro parcialmente cubierto.
- Escúchame bien, vamos a hacer una apuesta, si gano yo deberás bailar conmigo a final de curso.
- Yo no apuesto nunca, Malfoy. Jamás. Además, bailar contigo sería demasiado precio por perder una apuesta.
- Maldita sangre sucia! Vas a apostar quieras o no ¿comprendes?
- No seas pelmazo, Draco! No voy a apostarme ni un knut!
- Tan poco confías en la victoria de tu amigo?
- Déjalo, Malfoy! He dicho que no apostaré y no pienso hacerlo!
- Cuánto le pagaste al sombrero para que te pusiera en Gryffindor, cobarde?
- Vale! Si ganas tú bailaré 1 baile contigo a final de curso y si gano yo nos dejarás en paz a mis amigos y a mí hasta fin de curso ¿Conforme?
- Perfecto. Apuesto por Geremías.
- Ganará Ron.
Después de esta pequeña conversación, Hermione volvió con Harry para animar a Ron. Lo último que quería era tener que bailar con Malfoy estando Ron delante. Pero el Slytherin era atractivo, esa era una realidad que muy a regañadientes debía reconocer.....

- Torre a h1- Dijo Geremías- Jaque mate, Weasley
El mundo de Hermione se vino abajo, en el justo momento en que Geremías había dicho mate, todo su mundo había caído como un castillo de naipes. Buscó a Malfoy con la mirada y le encontró riendo entre un grupo de escandaloso Slytherins. Reía presuntamente por la derrota de Ron, pero la realidad era otra. Lo hacía por alegría de haber ganado la apuesta contra la muchacha.
- Maldita sea!
- ¿Qué te pasa, Herm?
- Que me sabe mal por Ron, ha perdido, con lo que le había costado llegar hasta aquí....
- No te preocupes, mira: Geremías ha decidido compartir con él el trofeo.
- Sí, pero igualmente.... Creo que no me siento bien. Voy un rato a tumbarme....
- Te veo en la cena!
Hermione se dirigió a la puerta de la biblioteca procurando ignorar al grupo Slytherin entre el que se encontraba Draco. Salió escopeteada sin mirar atrás. Temía que en hacerlo, Malfoy apareciese tras ella. No hizo falta que se girara, Malfoy apareció igual y la interceptó en las escaleras que llevaban a la torre Gryffindor.
- He ganado
- Trucaste el tablero, seguro
- A distancia?
- Hiciste trampas!
- No hasta que puedas probarlo. Así que de momento, la apuesta la gané yo limpiamente.
- Vete con la canción a otra parte. No me encuentro bien y hablar contigo solo empeora la situación
Hermione le dio de nuevo la espalda al rubio que tiró de su brazo y la hizo voltear. Con un movimiento rápido la besó, solo un leve roce entre sus labios, apenas una caricia, pero que a Hermione le sentó fatal
- Pensaba que los sangre sucia sabíais peor, pero resulta que hasta tienes buen sabor "Herm"....- Dijo con tono burleta
- Eres un maldito hijo de....
- Hijo de qué? Dilo, venga
- De tu señorísima madre, garrulo!
Hermione se giró y subió las escaleras de 3 en 3. De fondo oía a Draco riendo con estrépito o cantando canciones de Marilyn Manson. Entró en la sala común y su gato se acercó mimoso a ella como intuyendo que su ama no estaba en su mejor momento.
- Ahora no, cariño.... No me siento bien....
Hermione subió con su gato a los dormitorios y se metió en la cama vestida. Se sentía terriblemente avergonzada, pero lo peor era que aquel gesto de rubio ni siquiera le había molestado, más bien le había... ¿Gustado?
- No! Eso es imposible!- Gritó escondiéndose más entre las mantas
Un ruido sordo despertó a Hermione que se había quedado totalmente dormida acurrucada entre las sabanas. El ruido se repitió y la chica miró la ventana. Una preciosa lechuza parda se dedicaba a estamparse contra el cristal desesperada por entrar y huir de la tormenta que arreciaba. La Gryffindor se levantó y abrió la ventana para que el animalillo entrara.
- Pobre bicho! Mira que hacerla volar con este temporal! Menudo amo debes tener! Que falta de corazón!
La lechuza se dejó caer en la cama de la muchacha empapando las sábanas. Hermione cogió el pergamino que estaba totalmente seco.
- Y por qué no le echó el hechizo impermeabilizante a la lechuza también! Qué descorazonado tienes por amo!
La chica dejó la carta en la mesa de noche y sacó una toalla de su baúl. Se acercó al ave y la secó con dulzura y suavidad, con cuidado de no arrancarle ni una sola de esas plumas pardas tan bonitas. Seguido de eso conjuró una ráfaga de aire caliente y secó las sabanas. Dejó al animalillo reposando un poco en su cama y se dispuso a leer la carta; "No te tomarías en serio aquel beso ¿Verdad, estúpida sangre sucia?" Hermione se sintió tremendamente indignada por aquella nota del Slytherin. Tan indignada se sentía que no se percató del ligero temblor que denotaba la letra del rubio. Contestó en la misma hoja de pergamino con una tinta roja como la sangre misma; "Muérete, inútil!"
Cuando vio que la chica ya había contestado, la lechuza se puso a temblar, no quería salir de nuevo con ese temporal.
- No sufras, te impermeabilizaré a ti también.
Hermione hizo lo dicho y le sonrió al animalito al que dejó fuera de la ventana. Por suerte el viento había cesado y vio bajar a la lechuza hasta el suelo y desaparecer por una pequeña ventana por la que vio asomar una mano blanca como la porcelana que llamaba al animal.
Volvió a dentro y se peinó para bajar a la sala común. Abajo, Harry y Ron la esperaban para ir a cenar.
Bajó con ellos al Gran Comedor y se encontró con los ojos metálicos del rubio Slytherin clavados en ella. Solo verla hizo el gesto de morir y, cuando recuperó la compostura, le sonrió con malicia. Con la rabieta que tenía la muchacha no vio el ligero asomo de ternura de la sonrisa del chico.
- Qué le pasa a Malfoy?- Dijo Ron
- Que es gilipollas, eso le pasa.- Le respondió Hermione con ira contenida
- Dinos algo que no sepamos ya, Herm....- Replicó Harry con una sonrisa de oreja a oreja
Los tres se pusieron a reír a causa de este último comentario. Aunque notaron el humor de perros de Hermione y las constantes y mal disimuladas miradas de Draco, ni Harry ni Ron comentaron nada sobre ello. Nada más les faltaba que pelearse con la chica.
Después de cenar, fueron a salir los tres y entonces Crabe, Goyle y Malfoy les empujaron para pasar primero.
- Qué hacéis, catetos?!- Les gritó Hermione
- Salir del comedor ¿A ti que te parece?- Repuso Draco
- Me parece que sois la cosa más estúpida que ha parido madre!
- Ya hablaremos, tú y yo, señorita "yonoapuestonunca"...- Dijo el rubio sonriente
- Ni media palabra cruzaré yo contigo a no ser que sea de extrema necesidad. Vamos, chicos.
Hermione aceleró el paso para perder a Malfoy & Company de vista, tanto aceleró que sus amigos tuvieron que correr para alcanzarla.
- ¿Que le ha dado a Malfoy contigo?
- Vete a tú a saber! Quizá se ha colgado de Herm!- Dijo Ron bromeando
- No llames al mal tiempo, Ronnie, solo me falta a mí tener a ese capullo colgado!
Los dos chicos intercambiaron unas miradas llenas del significado "¿Está más rabiosa que nunca o me lo parece a mí?". Viendo que el temita ponía de mal humor a su amiga no volvieron a sacarlo estando ella delante. Solo llegar a la sala común, Hermione se despidió de ellos alegando un fuerte dolor de cabeza y se volvió a los dormitorios de las chicas refunfuñando y maldiciendo sin ser consciente de que sus compañeros aún la escuchaban.
Lo que no sabía Hermione, era que lo peor aún estaba por llegar, lo sucedido hasta entonces no era más que el prologo de lo que iba a pasar entre ella y el rubio.

Se despertó con una fuerte presión en el pecho y adivinó que aquello no anunciaba nada bueno, más bien creyó que aquello anunciaba algo extremadamente funesto para ella. Se vistió en silencio para no despertar a las otras chicas que dormían aún detrás de los velos. Bajó al gran comedor sin sus amigos. Cuatro gatos comenzaban ya a desayunar entre bostezos interminables.
Se sentó en una punta de la mesa Gryffindor y se sirvió un vaso de zumo fresco. "Ya hablaremos, tú y yo" Le había dicho Malfoy la noche anterior. Ella no tenía nada que hablar con el rubio, o quizá sí.... Temía que Draco entrara por la puerta en cualquier momento y le hiciera aquello y lo otro y lo de más allá...
- Herm! Por qué no nos esperaste? Si no nos llega a decir Angelina que ya habías bajado nos quedamos sin desayunar!
- .....
- Hermione? Qué te pasa? Me escuchas?
- ......
- Mira, Herm! Ha entrado Malfoy!
Hermione ni se inmutó ante esa trola, si era cierto no quería ni ver al Slytherin y si era mentira no quería dar señales de importarle demasiado lo que el rubio hiciera o dejara de hacer.
- Ya terminé, voy para pociones. Os veo en clase.
Hermione recogió todo un poco y se fue hacia las mazmorras pisando fuerte y con la cabeza bien alta. No le hacia demasiada gracia pasar tan cerca de la sala común de Slytherin y era por eso mismo que pisaba con seguridad impactante. La mala suerte parecía perseguirle, pues en un cruce de esos de las recónditas mazmorras se encontró de cara con Draco que salía de baño.
- No podías esperar a verme en clase que has bajado aquí en mi busca?
- No. He bajado porque ya terminé de desayunar- Contestó tajantemente Hermione
Malfoy se quedó perplejo con la contestación de la muchacha que le miraba con odio contenido.
- Dónde están tus amiguitos?
- Y a ti que te importa? Es que quizá estás enamorado de alguno de ellos?
Aquellas contestaciones no eran habituales en la chica y el Slytherin la miró rabioso, hasta aquel entonces, había creído que no había persona en la faz de la tierra de mirarle y hablarle con tanto odio.
- Te veo en clase...
- Y si no voy?
- Me ahorrarás el suplicio de verte
Hermione dio media vuelta y siguió para clase. Cuando llegó allí notó algo en el bolsillo de la túnica, lo cogió y resultó ser una nota "Me debes un baile". Hermione sonrió, pero cuando se dio cuenta de esa expresión la cambió a una rapidez pasmosa "¿Cómo puedo sonreír por una nota de ese capullo?".
Al cabo del rato la gente comenzó a llegar y, cuando llegaron Harry y Ron, entró ella también al aula. Snape llegó tarde, para variar, y cerró de un portazo que hizo temblar el aula, también para variar.
- La practica de hoy es especialmente difícil y evaluativa, así que, para evitarnos problemas: Granger te sentarás con un alumno de confianza, es decir con Malfoy, para evitar que les chives algo a Potter, a Weasley y/o a Longbottom. Si hace el menor gesto de ayudarles y de no estar por la labor me avisas, Malfoy. Moveos mientras yo lo apunto todo en la pizarra.
A regañadientes Hermione se sentó al lado de Draco sin siquiera mirarle a la cara.
- No pienso ser amable contigo, que lo sepas.- Le espetó solo tomar asiento.
- Escúchame bien, Hermione- Que bien sonaba su nombre en labios de ese chico!- Puedo hacer que te suspendan la clase con solo inventarme que has hablado....
- Eres una alimaña asquerosa
Malfoy sonrió por los leves insultos que la chica le dedicaba, lo más cercano a un insulto con cara y ojos que le había oído decir fue cuando se quedó con el "hijo de..." en la boca.
Mientras cortaba la raíz de jengibre, Hermione, observó con preocupación como las pociones de sus amigos iban adquiriendo un tonos que variaban desde el parduzco raro al ocre mierda de oca. Iba a decirle algo a Ron pero notó la mirada de Draco fija en ella y volvió a dedicarse a cortar la raíz de jengibre.
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Mensaje  Angel Ereb Jue Jul 09, 2009 1:29 am

Mientras cortaba la raíz de jengibre, Hermione, observó con preocupación como las pociones de sus amigos iban adquiriendo unos tonos que variaban desde el parduzco raro al ocre mierda de oca. Iba a decirle algo a Ron pero notó la mirada de Draco fija en ella y volvió a dedicarse a cortar la raíz de jengibre.
- Promete que bajarás esta noche hasta el bosque prohibido y le podrás chivar a Weasley la solución.
- ¿Cómo?
- Ya me oíste ¿Lo tomas o lo dejas?
- Vale- Hermione apretó la mano de Malfoy en señal de acuerdo- Ron, échale un poco de azafrán!- Volvió a girarse y se encontró con la mirada de Draco frente a frente- Gracias....
- La noche de Halloween en los invernadero y ayudas a Potter sin que yo me dé cuenta
- Como quieras, pero parece que seas masoca, soy sangre sucia ¿Lo recuerdas?
- No cuestiones mis decisiones, Granger.
Hermione apretó de nuevo la mano del rubio y le sopló una "ayudita"(más bien ayudaza) a Harry que hacía el trabajo con Neville.
- Ya te debo dos....
- Me lo cobraré cuando menos te lo esperes...
- Corta el azafrán, por favor...
Draco hizo lo que la muchacha le pedía sin poner objeciones al asunto. Ella controlaba el fuego y cortaba entretenida y habilidosamente la piel de una naranja hasta que algo la despistó: el leve quejido de dolor de Malfoy.
- ¿Qué te ha pasado?
- Me he cortado! Joder, como pica!
- Dame la mano- El chico la miró con rareza mientras de la pequeña y no demasiado profunda herida salía un poco de sangre- Que me des la mano!
El rubio le tendió la mano y la chica se llevo el dedo herido a la boca. Sorbió el poco de sangre que salía y de la propia presión que ejercía la muchacha dejó de sangrar. Nadie, excepto los dos protagonistas del hecho, se percató de este momento de intimidad.
- Que cosa más asquerosa!
- No me seas remilgado, ostia! Mira, ya no sangras! Podrías agradecérmelo al menos!
- No. Si lo has hecho ha sido porque has querido, yo no te lo he pedido.
- Anda y que te den. Acaba de cortar el azafrán que es lo único que falta para terminar.
- Pero el corte....
- No sufras por eso, no volverá a sangrar
La clase terminó sin más incidentes aparte del pequeño corte de Malfoy. A la salida, Draco esperó un momento a la Gryffindor mientras ésta recogía sus cosas.
- Quién te enseñó eso?
- El qué? Lo del corte?
- Sí, eso mismo
- Me lo enseñó mi madre cuando me enseñaba a cocinar, pero no sé porqué razón te lo explico a ti!
- Por una vez que intento ser amable!
- Que te jodan!
- Eso quisieras tú, joderme!
Hermione le miró con odio, esta vez sin contener, y salió para encontrarse con sus amigos.
- ¿Qué te dijo Malfoy?
- Nada.....
Siguió hasta la siguiente clase sumida en el mutismo hasta que se despidió de sus amigos que se iban a adivinación.
- No sé como aguantáis a esa profe, en serio.
- Y nosotros no sabemos como has sobrevivido toda una clase con Malfoy al lado...
- Os veo en la cena, chicos...
Hermione siguió recto por el pasillo mientras que sus amigos comenzaron a ascender por la torre... "Después de todo... La clase no ha estado tan mal..." Cuando se dio cuenta de sus pensamientos sacudió la cabeza para apartarlo de su mente y se forzó a pensar otra cosa "No ha estado mal! Ha estado peor!"
Llegó la noche y Hermione estaba hecha un calvario ¿Cómo iba a escaquearse fuera del colegio sin que nadie la viera?¿Y cómo pensaba hacerlo Malfoy? Tampoco estaba muy convencida de ir pero "Una promesa es una promesa "Le decía una parte de ella "Sí, sí, claro, claro, a quien quieres engañar? A ti lo que te pasa es que te mueres por ver a Malfoy a solas!" Respondía la otra "¡No es cierto! Yo no quiero nada con el rubio-melenas!" "A mí me vas a engañar, querida... Si has estado rezando para que se vuelva a cortar!" "Eso no es verdad! Yo no hice tal cosa!" Y así seguía un largo monologo que prefiero ahorrarme de escribir porque se nos haría de noche y hoy no tengo tiempo. Es más rápido decir que la segunda voz dialogante era la que decía las verdades tal como eran, aunque la otra lo negara. En fin, que terminó de cenar y aún no sabía como iba a salir sin ser vista. Faltaban veinte minutos para el toque de queda cuando se le ocurrió una genial idea y una genial mentira.
- Harry....
- Qué pasa?
- Me dejarías la capa invisible? Es que me he dejado el trabajo de runas en la biblioteca y si me pillan ahora por los pasillos me la cargo- ¡Toma mentira cochina a uno de sus mejores amigos!
- Vale, espera que voy a por ella.
Viendo subir a Harry a los dormitorios de los chicos, a Hermione se le partió el corazón en mil pedazos chiquitines. Tanto como él confiaba en su amiga y ella le había soltado la trola del milenio sin pensarlo dos veces. Sin darse cuenta se puso a sollozar como una niña pequeña.
- No debí hacerlo, no debí hacerlo...- Repetía insistentemente.
- ¿No debiste hacer qué?
- ¿Qué va a ser, joder?¡Mentirle a Harry!¡Cuando baje se lo cuento todo!- Dijo Hermione girándose
- Pues ya estoy aquí. Comienza.
- No me dejé el trabajo de runas en la biblio...
- Ya lo sabía, no eres del tipo de personas que olvida trabajos...
- Y a sabiendas me ibas a prestar la capa?
- Claro, eres mi amiga ¿no?
- Siento tantísimo haberte mentido...
- Si ahora me explicas la verdad olvidamos lo de la mentira ¿vale?- Le dijo Harry guiñándole un ojo
- He quedado con Malfoy en el bosque prohibido....
- QUÉ!!!!!!!!!!!!
- No grites, Harry!
- Por qué? No me digas que te has colgado de ese estúpido!
- Estás de guasa? Solo voy para cumplir una promesa! O más bien para devolverle un favor....
- Deja ya de contar las cosas con cuentagotas!
- En pociones os pude ayudar a cambio de quedar con él esta noche y la de Halloween
- Te ves en estos apuros por nosotros...
- No, lo he hecho porque he querido... Solo quiero pedirte una cosa, Harry...
- Dime...
- No se lo digas a Ron. Por lo que más quieras, no se lo digas a Ron.
- Pero Herm...
- Júrame por tus padres, en paz descansen, que no se lo dirás!- Hermione se puso muy seria
- Está bien, quedará entre nosotros.
- Si alguna vez te refieres a este asunto delante de él a Malfoy le llamas Ashtar ¿Entendido?
- ¿Ashtar?
- Siervo del demonio. Y nada de citas nocturnas, son quedadas en Hogsmade. Por favor, Harry, por amor de Dios, encubre este asunto.
- Vale, yo te encubro pero vete que...- Hermione tose para señalarle al chico que Ron ha bajado- Si te pillan a esta horas por los pasillos vas a pringar.
- Gracias, Harry.- Hermione se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla- Acuérdate...
- Que sí, que sí... Venga tira.
Hermione salió de la sala común y se cubrió con la capa. La presión que sentía hasta entonces había aflojado, ahora tenía un aliado en todo ese embrollo: Harry
Hacía media hora que la esperaba y la muchacha no se dignaba a llegar ¿Estaría teniendo problemas para no cruzarse con el conserje? No, imposible, seguro que Potter le había prestado su magnifica capa ¿No podría abrir la puerta? Tampoco, él la dejó entreabierta para facilitarle las cosas. Mil y una posibilidades le venían a la cabeza para justificar el retraso, pero todas eran desechadas por una u otra razón. Pero había algo que le preocupaba más que todo eso junto.... ¿Qué cojones le importaba a él la suerte que corriera esa estúpida sangre sucia? No sería que él... Imposible! Draco Malfoy jamás miraría de esa forma a una sangre sucia como ella! Jamás! La sorpresa fue máxima cuando se descubrió a si mismo pensando en que... "Tampoco es tan fea" Tan desorientado se encontraba por este ultimo pensamiento que había aflorado que casi se le sale en corazón por la boca en notar una mano invisible cubriéndole la misma(posible razón de que su corazón no saliera catapultado la exterior).
No paró a pensar que hacía, buscó a tientas el brazo; "Si hay una mano, hay un brazo por narices" pensó. Fuera lo que fuese lo que le cubría la boca lo hizo volar por encima de su cabeza y su atacante quedó alelado en el suelo. Cuál fue la sorpresa en ver aparecer media Hermione frotándose la cabeza dolorida. "La capa invisible ¿Cómo no lo pensé antes?"
- Mira que llegas a ser basto, ostia!- Le reprochó la chica incorporándose- Vaya forma de darme la bienvenida!
- Fuiste tú que me atacaste!- Exclamó él a su vez
De repente vio como la chica palidecía y se desplomaba. Tampoco esta vez pensó en lo que hacía y se lanzó a cogerla para que no se golpeara la cabeza de nuevo. Pasaron unos diez minutos hasta que ella recuperó de nuevo la conciencia.
Casi le da una taquicardia al descubrir cómo se encontraba en esos momentos: recostada en las piernas de Malfoy que se había quedado totalmente dormido viéndola a ella inconsciente. El corazón se le debocó, nunca había imaginado que llegaría a encontrarse así con el rubio. Se incorporó lentamente y se apartó del chico evitando despertarle. Le acarició suavemente la pálida mejilla procurando que el chico no se despertase, pero no pudo evitarlo. Malfoy comenzó a abrir los ojos lentamente y se entusiasmó al despertar y encontrarse con los ojos castaños de la chica mirándolo con ternura infinita, pero no podía demostrarlo, claro.
- ¿Se puede saber qué miras?¿Tengo monos en la cara?
- Borde...
- Dime, venga ¿Tengo monos en la cara?
- Pues sí!
- Pues vigila que tiran cocos!- Malfoy se puso a reír
- Eres odioso... No sé cómo...- Hermione calló de súbito
- Cómo qué?
- Da igual, déjalo.
La chica se recostó en el tronco al lado de él y quedóse mirando al tronco de enfrente dónde descubrió la capa invisible colgada como de una percha. Se levantó y se cubrió de nuevo con ella.
- Nos vemos...- Se despidió
Malfoy siguió la voz y se acercó dónde supuso que estaba el oído de la chica.
- Mañana te llegará un paquete a nombre de Lestat el Vampiro, te prohíbo que lo uses fuera del cuarto de las chicas hasta la noche de Halloween. Si lo haces me enteraré, tenlo por seguro. Te veo mañana en el comedor.
Después de esto se fue pasando por el lado de la chica que, de no estar cubierta por la capa invisible se hubiera distinguido en la oscuridad por la rojez de sus mejillas.
Después de esto volvió de inmediato a la sala común dónde encontró a Harry dormido en un sofá. Seguro que había estado esperando a que ella volviera. Le dejó la capa en el respaldo del sillón y le escribió una nota "Todo fue bien con Ashtar. Besos: Hermione" Subió a la habitación y se puso el pijama. A pesar de acostarse no durmió, el enigma del paquete no le dejó dormir.....
Hermione se levantó por la mañana(después de una noche en vela) como había hecho el día anterior y fue al baño después de vestirse. Soñolienta como iba abrió el grifo del agua y se metió bajo la ducha. En su cabeza no cabía otro pensamiento que no fuera el paquete que iba a recibir de parte de Malfoy. Volvió a la sala común y cogió los libros del día; Harry y Ron ya la esperaban para bajar a desayunar.
- Menudas ojeras, chica!- Observó Ron
- ¿Tanto se me notan?
- No, pero nosotros lo notamos porque te conocemos a fondo- Dijo Harry con un guiño pícaro
- No digas eso que vete tú a saber que pensará la gente!
- Que piensen lo que quieran, nosotros lo pasamos bien...- Añadió Ron
- Callad!- Les gritó Hermione totalmente ruborizada
- Y por qué no dormiste? Yo me fui pronto, no vendría Harry a tomar el relevo?
- Ya basta, Ron!
- Venga, no te enfades, ya sabes que es broma. Yo sé que eres solo mía...- El pelirrojo la abrazó con cariño
- Yo creo que fue otro el que te tomó el relevo, ya sabes que yo prefiero venir a visitarte a ti, cariño- Dijo Harry riendo
- Otro?
- Un siervo del demonio.
- Malfoy? Nunca pensé que fuera a ponerte los cuernos, ese tipo, Harry!- Replicó su amigo
- Parad, chicos....
- Pero es que Harry debe estar deprimido....
- Lo que más me duele es que me dejaste por Hermione, Ronald- Dijo el moreno en pose de esposa celosa
Después de esto se pusieron los tres a reír a carcajada limpia hasta llegar al comedor donde al verles entrar tan felices la gente les miró raro.
- Chicos!- Neville les hizo señas para que fueran allí con él a desayunar, cuando los tres llegaron se puso muy serio- Snape está enfermo.
- Vaya! Que pena! No quedamos sin clase doble con los Sly! Que pena!- Dijo Hermione fingiendo pena infinita
- Ya ves, con las ganas que tenías de ver a tu amante...
- Cállate, Ronald!
Harry y Ron se pusieron a reír ante la evidente indignación de la muchacha
- Mirad, el correo!- Exclamó una chica de Hufflepuff detrás de ellos
Varias lechuzas entraron como tiros por la ventana y dos de ellas descendieron hacia Hermione. Una era la que llevaba su ya acostumbrado Profeta. La otra a duras penas llegó a aterrizar en la mesa derribando cinco jarras de zumo fresquito. La chica le pagó a la lechuza del profeta y retiró el diario, también desató el enorme paquete que acarreaba la otra que salió disparada tan pronto como dejó de sentir el peso del recado. Efectivamente, el paquete iba a nombre de Lestat el Vampiro.
- ¿Esperabas regalos de un vampiro?- Preguntó Harry, Hermione negó con la cabeza
- No te hagas rogar y ábrelo!- Le dijo Ron
Una multitud se había arremolinado alrededor de la chica y del paquete. Entre todas las cabezas, Hermione distinguió la de Malfoy que negaba.
- Esto... Creo que lo abriré en la habitación... Sí, eso creo... Es correspondencia privada, mi primo Eustaquio siempre firma como Lestat, seguro que es de su parte.
- Pero, Herm!
- Nada de peros, Ron, he dicho que lo abriré en la habitación y así lo haré!
Hermione cogió un par de rebanadas de pan y subió a la habitación con el paquete y el Profeta bajo el brazo.
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Mensaje  Angel Ereb Jue Jul 09, 2009 1:34 am

Ginny acababa de levantarse cuando ella llegó
- ¿Qué traes?
- Un paquete de mi primo Eustaquio ¿Quieres ver que me ha mandado?
- Vale! Veamos!
Hermione comenzó a abrir el paquete lentamente y al fin sacó un vestido precioso de terciopelo negro y azul.
- Es precioso! Tu primo Eustaquio debe quererte muchísimo!
- No lo creo.....

- Si te manda algo tan bonito tiene que apreciarte a sobremanera.
- Concededme el don de la duda- Hermione hizo una reverencia caballeresca exageradísima
Ginny comenzó a reír ante el lenguaje empleado por su compañera.
- Bueno, chica, yo voy a la biblio que quiero terminar ya el trabajo de runas.
- Pero si ya van a comenzar las primeras clases!
- No para mí. Snape ha faltado y tenemos dos horas libres.
- Debe haber sido algo muy serio....
- Y que dure! Que dure!
Hermione cogió dos pergaminos, un libro y dejó el vestido en el armario colgado del perchero, pensaba probárselo cuándo estuviera a solas, no quería que nadie se lo viera puesto antes de hora. La chica fue hacia la biblioteca cantando por el camino, estaba feliz y, aunque ella lo negara, la causa era el regalo recibido.
Cuando llegó fue hacia las mesas y dejó allí su material de estudio, se levantó y fue a mirar en las estanterías cuando oyó una pelea. No le dio importancia, cogió los libros de runas que más útiles le parecieron y volvió a su sitio.
- Dádmela! La necesito! Devolvedme la recordadora!- Gritaba Neville
- Cógela, no te lo impediremos. Está arriba de la estantería, sube y cógela. No vamos a detenerte.- Dijo una voz burlona
Neville comenzó a subir por la estantería sin mirar abajo por su terror acérrimo a las alturas. Estaba ya al llegar cuando le tiraron de la pierna y cayó al suelo dándose un buen golpe.
- Jamás te fíes de un Slytherin!- Exclamó con rabia
- Repite eso!
- Jamás te fíes de un Slytherin!- Repitió levantándose- Dadme la recordadora ya!
- Ya te he dicho que la cojas. No te hemos impedido que la cojas sino que te subas a la estantería- Una risa cristalina llenó la biblioteca
- Chst!- Les chistó la bibliotecaria
- Lo siento- Se disculpó Neville con la mujer- Devolvédmela!
Hermione ni siquiera levantó la cabeza de sus apuntes. Levantó la varita y recitó:
- Accio recordadora.- La recordadora bajó hasta su mano y quedó allí en reposo- Toma, Neville.
Neville fue en dirección hacia donde le había hablado la voz y se encontró con Hermione apuntando con una mano y con su recordadora en la otra.
- Cógela de una vez, vamos.- El chico la cogió con manos temblorosas
- Gracias, Herm!
Salió corriendo de la biblioteca pasando como el rayo por el lado de sus abusones.
- Id a por él, no le dejéis huir, zopencos!- Exclamó una voz fina, más parecida a la de una chica que a la de un chico
Cuando los dos más grandes salieron de allí el chico se acercó a la salvadora de Neville y se sentó a su lado.
- ¿Por qué lo hiciste? Aquella pelea no tenía nada que ver contigo.
- Eres cruel, Malfoy. No sé como anoche se me ocurrió pensar que...
- Pensar que.... Venga, termina.
- Pensar que no eras tan mal tipo. Dormido hasta parecías buena gente.
- No sabes lo bueno que puedo llegar a ser.- Repuso éste pícaramente
- Y ahora mismo ni ganas de saberlo. Si me lo permites, debo terminar esto.
A todo esto Hermione no había ni levantado la vista de sus notas y apuntes. El chico la agarró de la barbilla y le obligó a mirarle a los ojos.
- Seguro que no quieres saberlo?
- Ahora ya no.
Hermione se soltó del muchacho y recogió apurándose por estar con él el menor tiempo posible.
- Significa ese "ahora" que antes hubieras respondido que sí?
- No, significa que antes aún podía sentir curiosidad por un elemento como tú, ahora ya ni curiosidad ni perrito que te ladre.
Fue al tablero donde estaba la bibliotecaria concentrada en su lectura del Profeta con los libros y apuntes en brazos.
- ¿Puedo llevármelos?
- Siempre que mañana lo devuelvas en buen estado.
- Claro, eso ni lo dude.
Hermione salió de la biblioteca y fue hacia la sala común cantando, Malfoy corrió hasta alcanzarla poco antes de la tercera bifurcación del castillo
- Huye de mí tanto como te apetezca, siempre tendré alguna razón para chantajearte.
Comenzó a acercar su cara a la de la chica pero Harry y Ron salieron del gran comedor.
- Apártate de ella, mal nacido!- Gritó el pelirrojo
- Pero qué...!
Harry y Ron se acercaron hacia dónde estaban los otros dos
- Te vimos pasar corriendo tras ella y salimos. Ya puedes irte alejando de Herm ¿Entiendes?- Explicó el moreno
- No te le vuelvas a acercar, Malfoy. Hazlo y atente a las consecuencias.
Draco miró a Hermione en busca de apoyo moral, pero en ella solo vio reproche por sus últimas palabras. Había metido la pata hasta el cuello ¿Como se le había ocurrido decirle lo del chantaje? Por suerte o por desgracia Crabbe y Goyle aparecieron al final del pasillo
- Apartaos de mi camino, estúpidos!- Les dijo empujándoles a un lado.
El chico se fue hacia sus gorilas a toda prisa dejando a los tres amigos en la bifurcación
- Te dijo o hizo algo, Herm?
- No, no es nada- Estaba al borde del llanto, sabía que Draco era cruel, pero no imaginaba que llegara al limite de amenazarla con chantajes. Sin saber por qué le vinieron a la mente las palabras gritadas por Neville en la biblioteca "Jamás te fíes de un Slytherin".- Voy a la sala a terminar el trabajo, os veo en Cuidado de Criatura Mágicas.
Le chica dio media vuelta y siguió hasta la sala al borde del llanto, ya no cantaba. Se sentía fatal. Solo quería estar sola, no quería que nadie, y menos sus amigos, la vieran en ese estado.
Pasaban los días y Snape no volvía, cosa que evitaba los chantajes de Draco. Cuando no estaban en clase, Harry y Ron les hacían de escolta a Hermione para que el Slytherin no se le acercara. Cada vez que se lo cruzaban por los pasillos el moreno y el pelirrojo le dirigían miradas fulminantes.
Como más se acercaba Halloween, más preocupada estaba Hermione y más le insistía Harry en contárselo todo a su amigo Ron, pero ella se negaba, aún no sabía cómo había tenido el valor de contárselo a él.
- Pero Herm!
- No hay pero que valgan! He dicho que no se lo cuento y no lo haré!
- Y qué harás con lo de Halloween?
- Iré! Pero no quiero que me sigas ¿Vale?
- Pero ese desgraciado....
- No me hará nada, no tiene valor suficiente.- Dijo Hermione sonriéndole a su amigo.
- Como quieras... Pero yo se lo contaría a Ron...
- Harry....
- Ya me callo, ya me callo....
Y los días seguían su curso y vino un sustituto de pociones que, como no sabía nada, no hizo colocar a Hermione con Draco. Era un profesor bastante atractivo(comparado con el ganado que circula por Hogwarts) y llevaba a todas las niñas de culo. A todas? No, Hermione le odiaba con toda su alma porque iba pavoneándose de mala manera. Le recordaba en exceso a Lockhart.
Y llegó la noche anterior a la noche de Halloween. Todo iban nerviosísimos, sobretodo las muchachas, y el que más el que menos tenía ya pareja. Solo una Gryffindor había quedado desaparejada: Hermione. No por falta de pretendientes, porque más de 30 chicos se lo habían pedido seguro, sino por falta de ganas. No le apetecía nada bajar al baile y menos aún le apetecía ponerse el vestido gentileza de Lestat el Vampiro.
Estaba tumbada en la cama cuando sus compañeras entraron alborotando.
- Mione.... Ginny nos ha dicho que tienes un vestido precioso! Pruébatelo!
- No tengo ganas, chicas....
- Venga! Pruébatelo!
Hermione se levantó a regañadientes y lo sacó del armario, solo con verlo sus amigas quedaron extasiadas, al vérselo puesto comenzaron a girar en torno a ella
- Si dais tantas vueltas agujereareis el suelo!
- Si llevaras el pelo más largo te quedaría mejor ¿Verdad, chicas?- Observó Alicia Spinnet
- Totalmente de acuerdo- Corroboró Angelina
- Voy a por aquello de la Corazón de Bruja!- Exclamó Ginny
Después de media hora rebuscando en su baúl, Ginny volvió con un frasquito púrpura que impedía ver el contenido del mismo.
- ¿Qué es eso?- Dijo Hermione con desconfianza
- Una loción crecepelo. Hay poca y como es una muestra solo dura 30 horas. No creo que se te alargue mucho de un día al otro pero te lo pondremos y si crece 2cm ya será algo....
Hermione no estaba tan segura como sus compañeras, aun así se dejó hacer. Le impregnaron el pelo con aquello como buenamente pudieron. Demasiado pelo para tan poca loción. Una vez terminado el botecito se fueron todas a dormir. Poco esperaban ellas lo que la loción haría con el pelo de su compañera....
A la mañana siguiente Hermione no se sentía nada diferente, se vistió como siempre y fue al baño, como siempre. La sorpresa llegó cuando se metió bajo la ducha. Solo el agua le toco el cabello notó como junto con el agua bajaba este en cascada hacia sus pies hasta llegar a sus tobillos. Terminó de ducharse en diez minutos y fue corriendo con el pelo todavía empapado hacia la habitación Entró como una tormenta y se colocó frente al espejo.
- Se puede saber que habéis hecho?!- Gritó despertando a sus compañeras
- ¿Qué pasa, Mione?- Le preguntó Ginny sin abrir los ojos
- Mírame, joder! Mira mi pelo! Si me descuido me lo piso!
Al oír esto todas se incorporaron de un brinco y la miraron con ojos desorbitados.
- Que guay, Mione!- Exclamó Alicia
- Estás radiante!- Corroboró Angelina
- Pero que decís?! Es que no lo veis?! Con esto no puedo ir a clase! Me tropezaré por el camino! Leísteis las instrucciones?!
- No te dijimos que la loción funciona al contacto con el agua? No sufras, te peinaremos y podrás ir tranquilamente así a clase.- La tranquilizó Ginny
- Esto...
- No te preocupes.
Las chicas le secaron el pelo y le hicieron una cola alta para evitar que se tropezara. Al final quedó preciosa.
- Baja, a ver que dicen mi hermano y Harry. Seguro que te están esperando para ir a desayunar. Esta noche te arreglaremos el peinado para la fiesta.
Hermione bajó con calma sin tropezarse ni una sola vez. Al llegar abajo, Harry y Ron la miraron con ojos como platos.
- ¿Qué te has hecho en el pelo?!
- Ayer no lo llevabas así!
- Me lo dices o me lo cuentas? Habla con tu hermana y que ella te explique lo que pasó... No sé cómo me dejé convencer por ellas....
- Da igual, bajemos a desayunar. Suerte que ya llegó el fin de semana! No te sorprendas si acaparas la atención de todos- Dijo Harry con un guiño
Efectivamente, al entrar en el gran comedor, el primero en girarse fue Malfoy quien la miró extasiado y solo pensar que estaba pasando por todo aquello solo por él... Después de él el resto de alumnos se giró también. Hermione se ruborizó y dirigió su mirada a la mesa Slytherin. Sus ojos se encontraron con lo de Malfoy y ambos bajaron la cabeza avergonzados. Esa noche sería... ¿Perfecta?
Al terminar de desayunar decidieron dirigirse a pociones. El joven substituto de Snape ya estaba en el escritorio del profesor esperando pacientemente a los alumnos.
Harry, Ron y Hermione se sentaron en las filas de en medio y sacaron una hoja de pergamino y las plumas. Estuvieron hablando hasta que comenzaron a llegar el resto de alumnos armando barullo. Cuando se cerró la puerta, todos callaron de súbito.
- Bueno, comprendo que estéis excitados por el baile de esta noche, así que hoy, la clase será light.- Vítores de los alumnos- Y tengo otra noticia que daros. Vuestro profesor, Severus, volverá la semana que viene
Los alumnos de Gryffindor se desmoronaron, Hermione sobretodo. En esas semanas que Snape no les había dado clase, no habían perdido ni un solo punto en pociones. Bueno, en realidad habían perdido 5 cuando la poción de Neville estalló en llamas la clase anterior, pero aquello carecía ahora de importancia.
El profesor hizo un movimiento de varita y en la pizarra aparecieron una serie de ingredientes e instrucciones.
- Comenzad.
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Mensaje  Angel Ereb Jue Jul 09, 2009 1:36 am

La clase terminó sin contratiempos. En realidad todas las clases se desarrollaron con total normalidad. Sí, sí, adivinación también, para no variar el habito a Harry le fue revelada un muerte lenta y dolorosa por sexta semana consecutiva.
- Si continuas así superarás tu record de las 10 semanas!- Bromeaba Ron
- Sí, es lo que llevo intentando desde que comenzó el curso....
Por la tarde no hubo clases, profesores y alumnos querían tomarse su tiempo para arreglarse.
Hermione se puso el vestido que Malfoy le había mandado, se peinó un poco y ya iba a bajar cuando Luna y Ginny la metieron en el baño.
- Dónde vas, amore?- Le dijo Ginny
- Al Gran Comedor a esperar al personal.
- ¿Sin peinar ni na?- Preguntó Luna
- Anda, anda.... Siéntate aquí que te dejaremos irreconocible- Sentenció Ginny
- Y vosotras?
- Aún hay tiempo!
Hermione se sentó esperó pacientemente. Desde que había dejado de llevar los rabanitos colgando de las orejas y se arreglaba un poco más, la que estaba irreconocible era Luna, pero ese es un tema que no viene al caso. Ginny y Luna le pusieron a Hermione 3 extensiones plateadas en el pelo de modo que cuando le dividieron el pelo en 3 partes quedó una hebra plateada en cada una de ellas. Seguido de eso le trenzaron la melena y la maquillaron ligeramente.
- CON ESTA TRENZA PAREZCO RAPUNZEL!- Exclamó Hermione al verse en el espejo
- No me seas garrula! Quedas perfecta! Es una pena que no tengas pareja, la verdad, y mira que te lo pidieron chicos eh!- Le recriminó Ginny
- Sí, bueno... Cosas que pasan. Tampoco es que me apetezca especialmente ir al baile...
- Por cierto ¿Habéis notado lo raro que está Malfoy desde hace un par de días?- Cuestionó Luna
- Pues ahora que lo dices... No molesta tanto a mi hermano, a Harry y a ella
- Es que Harry y Ron le tienen amenazado.
- ¿CÓMO?
- Sí. Le dijeron que si se acercaba a mí lo lamentaría cuando le pillaron agobiando
- Ostia! Que guay! No lo sabía!- Exclamó Luna
- Bueno... Sí.... Voy a pasear un rato antes de la fiesta....
Hermione salió del baño emperifollada como iba y salió a dar una vuelta por el jardín.
- Parezco una dama de la noche con este vestido tan oscuro... Que rollo...
- Pues yo creo que te sienta genial...- Dijo un chico que estaba encaramado a un árbol
El chico castaño bajó de un salto y se plantó en frente de Hermione.
- Matías, prefecto de Ravenclaw. Te sienta genial, en serio.
- Esto.... Gracias, supongo....- La chica que sonrojó
- Me han dicho que no tienes pareja, aún... Si... Quisieras.... Venir.... Conmigo....
Hermione recapacitó y se dio cuenta de lo tonta que había sido. Malfoy no pensaba ir solo y, si ella iba, cantaría demasiado
- Está bien! Vale.- Contestó esbozando un tierna sonrisa
- En... EN SERIO! Buf! Que suerte!
- Nos vemos en una hora en la puerta del comedor. Yo todavía tengo que arreglar cuatro detalles antes de la fiesta. Te veo luego!
Después de esto se dirigió al borde del bosque prohibido, al sitio donde había quedado con Draco hacía un tiempo. "Matías es bastante mono, y parece buena gente... Será divertido ver la reacción de Malfoy, no creo que le guste demasiado que vaya con alguien al baile..." Pensó sonriendo con exquisita malicia.
Llegó la hora. Hermione volvió al castillo y Matías ya la esperaba en la puerta del comedor. Le ofreció el brazo galantemente y ella se cogió con coquetería. Entraron en el comedor caminando tranquilamente, ambos con la cabeza bien alta.
- Todos te miran, Hermione- Le dijo Matías
- No, todos NOS miran- Le corrigió ella
Matías sonrió con cariño y Hermione se sintió fatal consigo misma. Le estaba haciendo al pobre Matías lo que Malfoy le hacía a ella. Iba decirle algo al chico cuando la música comenzó a sonar.
- Vamos a bailar, Hermione!
- Un momento, Matías! Tengo que decirte algo!
- No importa! Me lo dices luego ¿vale?
Media hora más tarde entró Malfoy acompañado de Pansy Parkinson. Los ojos se le salieron de la orbitas al ver a "su chica" bailando con el prefecto de Ravenclaw. Estaba fuera de sí. Si por él fuera iría en ese momento y le partiría la cara al chico, pero Draco Malfoy no podía estar celoso del muchacho que bailaba con ella, después de todo... ¡Ella era una sangre sucia! Intentó calmarse, cosa que logró por los pelos, y se sentó en la primera silla que pilló.
- Draco, vamos a bailar!- Le dijo su acompañante
- Déjame! Pírate a bailar con otro!- Le soltó él
Pansy se fue disgustada a buscar a algún chico para bailar y dejó a Draco solo, con su cabreo.
Hermione ni se percató de las miradas cargadas de odio que le dedicaba el Slytherin a su pareja de baile que tampoco se daba cuenta de nada. De golpe y porrazo la música cesó y todos dirigieron su mirada al escenario que había en el sitio que normalmente ocupaba la mesa de los profesores. Dumbledore subió y miró sonriente a sus alumnos.
- Hola, chicos y chicas! Me alegra ver que todos habéis venido, temía que alguien lo considerase una idiotez y decidiera ausentarse. Este año, después de muchas cartas, ruegos y suplicas hemos conseguido el permiso del ministerio para trucarlo!- Los alumnos se miraron perplejos ¿Trucar el qué?- Estoy hablando de trucar y traer... UN KARAOKE!
Los alumnos se miraron del todo desconcertados ¿Un... Karaoke? Pero qué broma era esa! Un karaoke en Hogwarts! Pero es que pensaban que alguien iba a cantar?!
- Preparad todos las cuerdas vocales porque no hemos traído este armatoste aquí por amor al arte!- Advirtió Dumbledore haciendo aparecer el inmenso aparatejo.
- Eh! Estás tú que cantamos!- Gritó Fred Weasley
- Eso! Eso!- Gritaron unas voces al unísono
- Ya se verá señor Weasley. Cuando alguien coja el micro la música parará y podrá comenzar a cantar. El que quiera cantar solo tiene que pedir la música de la canción. Ah! Se me olvidaba! Es un concurso, el participante que gane se llevará 50 puntos para su casa.
Varias voces mostraron su aprobación hacia lo del concurso y parecía que se animaban cada vez más personas a participar.
La velada siguió su curso. Varias personas subieron a cantar y por fin Matías dejó a Hermione sola un ratito, momento que Cho Chang aprovechó para hablar con ella.
- Sube y cantate algo!
- ¿Qué? Yo no subo!
- Pero si tienes una voz preciosa!
- Y tu q sabes?
- Te he oído alguna vez en las duchas
- Qué?! Y por qué no me dijiste nada!?
- Siempre me pillas en el lavabo y cuando salgo ya no estás!
- Igualmente, no pienso subir a cantar
- Pues es una pena, porque hay alguien en el Gran Comedor al que le haría muchísima ilusión que le cantaras algo
Hermione abrió los ojos como naranjas ¿Se habría ido Harry de la lengua?¡No!¡No podía ser!¡Le prometió que guardaría el secreto!¡Harry no era un traidor!
- Ah, sí? Quién?- Disimuló Herm
- Matías, para empezar. Pero hay otra persona, aunque prefiero que lo descubras tú solita...
- Subiré, pero solo si tiene una canción.
- Cuál?
- Més que la meva sang, de lax'n'busto.
- Como? En que idioma me estás hablando?
- Es catalán, si no está esa no pienso cantar.
- Vale!
Cho fue hacia cerca del escenario e intercambio cuatro palabras con Dumbledore. Cinco minutos después le hizo señas a Hermione para que se acercara.
- La tienen. Ya puedes subir. Ahora te enchufan la música.
Y allí que subió Hermione. Cogió el micro y vació la mente, se obligó a si misma a imaginar el comedor vacío para no sufrir pánico escénico y la música de la canción comenzó a sonar. Cuando llegó el momento, Hermione comenzó a cantar.
Més que la meva sang, més que tot l'or d'un banc
més que saber cridar, més que poder plorar, tu ets molt més important
Més que poder somiar, més que saber oblidar
no canviarà res per poder despertar i que m'estiguis mirant.

No, no tinguis por, desitjar-me no és dolent
no cal que diguis res, que el que vulguis ja ho faré, ja ho sé.

Més que la meva sang, més que poder saber
el que hi ha més enllà, del sol hi quanta gent
el que passi demà si et tinc al meu davant
res no m'importarà.

I és que es veritat, que mai no existirà
no m'importa ja tant com tenir-te al costat
Mai vaig saber esperar, i és que no em se aguantar
si tu vols i jo vull, no has de fer-me patir, no ho deixem refredar

No, no tinguis por, desitjar-me no és dolent
no cal que diguis res, que el que vulguis ja ho faré, ja ho sé.

Més que la meva sang, més que poder saber
el que hi ha més enllà, del sol hi quanta gent
el que passi demà si et tinc al meu davant
res no m'importarà.


Hermione siguió cantando bajando cada vez más el tono de voz hasta que la música también cesó. Entonces, su cerebro dejó de segregar lo que estuviera segregando y la chica volvió a ver a la gente ante sí. Todos aplaudían entusiasmados. A pesar de que la inmensa mayoría no había entendido ni jota de la canción algunos derramaban lágrimas. Había chicos que se dedicaban a gritar lo bonita que estaba y algunas tonterías como la copa un pino. Las chicas estaban más que entusiasmadas. Cualquiera de ellas hubiera pagado para que le cantaran algo con el mismo sentimiento que Hermione había puesto en esa canción. Sabían, sin entender la letra, que aquello había ido dedicado al amor de la chica.

Por fin bajó del escenario devolviéndole el micrófono al profesor. Una vez abajo, la primera en felicitarla fue Cho, orgullosa de haber sido quien la convenciera de subir.
- Sabía que lo harías genial! Hacia tiempo que no veía a Parkinson llorando por algo! Lo hiciste brutal! Seguro que Ron está que se sale de si!
- ¿Ron?¿Cuándo dijiste lo del otro alguien te referías a…. a Ron?
- Claro! A quién sino? Es que hay alguien más que pudiera desearlo?
- No, es que Ron lleva tres meses saliendo con Luna….
- Pues debí equivocarme… Perdóname si te preocupé sin razón….
Después de Cho fueron Ginny y Luna, ambas conmocionadas por la interpretación de su amiga.
- Mione! Mione! Estuviste magnífica! No sabía de tus dotes de canto- Dijo Ginny
- La única que sabía de ellas era Cho, y de casualidad- Repuso ella sonrojada
- Mírala, que mona, se pone rojita!- Añadió Luna
- Calla!- Hermione se puso todavía más roja
- Déjala, Luna! Venga, vamos a por algo de ponche que estoy seca!- Dijo Ginny arrastrando a su amiga
Después de ellas dos vino toda una retahíla de personas de las cuales Hermione no alcanzaba a conocer ni la mitad, pero todos le decían lo magnífica que había estado y lo genial que lo había hecho. Los últimos en llegar fueron Harry, Ron y Neville.
- Nuestra Herm se ha enamorado eh!- Dijeron los 2 primeros
- Pero que decís! Yo no estoy enamorada!
- Habrá que preguntárselo a Ashtar- Dijo Harry
Una mirada asesina de Hermione le selló la boca de golpe y porrazo
- Esto… Ron, vamos a buscar a Ginny y a Luna ¿no? A ver si pillarán una borrachera y…. y eso…. Vamos a buscarlas.
Harry se llevó al pelirrojo casi a rastras antes de que a éste se le diera por preguntar por Ashtar. Entonces se aproximó Neville.
- El chico a quién se la has dedicado ya puede darse por satisfecho. No he entendido la letra, pero en tu voz se notaba que era una canción romántica, aunque el ritmo no lo denotara. Lo has hecho genial.
- Gracias- Dijo Hermione muy seria- Has sabido expresar perfectamente algo que ni yo misma era capaz de decir. Gracias.
Neville esbozó una sonrisa de complicidad y se alejó en busca de su pareja a la que había perdido(Que raro que Neville pierda algo!). La chica iba a girarse para ir a las sillas un rato pero Matías la abrazó eufórico y le besó una y mil veces en el cuello.
- Estuviste tan resplandeciente que hasta la luna se ocultó avergonzada al verte en el escenario.
- Jejeje, gracias…
- Las que a ti te sobran.
Hermione no lo vio, pero asomando por encima de su hombro, Matías desafiaba a Malfoy con la mirada, le retaba a subir al escenario y cantar algo. A uno bueno estaba desafiando! Vamos si iba a subir! A la velocidad del rayo!
Draco se aproximó hasta Snape y le pidió una canción, subió al escenario y, dirigiéndole una mirada asesina a Matías, comenzó a cantar con la música.
Si me vas a jurar amor hasta el final,
procura demostrar que en tus palabras
existe la verdad,
que cuando hablas no intentas engañar.
Con tanto tiempo ya jugando al desamor,
quizás deba apostar,
pues si pierdo una vez más
sólo sería tropezar en una piedra ya conocida.

No regales tus promesas,
es más fácil que me mientas;
me asusta tu inocencia,
ansío ese cariño aunque nunca fuese mío.

Los miedos del ayer debieran esconder
sus dagas impregnadas de agrios recuerdos
que quiero adormecer,
de cínicos abrazos que sobran en mi piel.

No regales tus promesas,
es más fácil que me mientas;
me asusta tu inocencia,
ansío ese cariño aunque nunca fuese mío.



Hermione se sobresaltó en notar que su gato se le restregaba por la falda, lo cogió extrañada y vio que en su precioso collar había una nota “Invernadero 5”. Se separó de Matías con suavidad y salió del gran comedor pasando entre la multitud y despistando al chico.
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