Picnic en los jardines

**Enya Edelweiss** Jue Jul 23, 2009 4:17 pm

Debajo de un olivo, Enya ha extendido un mantel de color negro con figuras cosidas en blanco. De una enorme cesta comienza a sacar comida y deja a su boa en el césped. Sigue sacando fiambreras y fiambreras de comida y finalmente saca un buitre y lo deja atado por la pata a una roca cercana. Deleela se relame al ver a su comida vivita, coleando y batiendo las alas desesperadamente.
- ¿Esperamos a alguien? -Es la primera vez que Deleela le habla en pársel desde hace bastante tiempo
- Realmente no, solo estamos disfrutando del solecico antes de comer, De...

**Nathaniel W. Moon** Mar Jul 28, 2009 7:52 pm

Una sombra licantropa observaba desde la sombra de uno de los árboles y se relamía al ver la comida que sacaba la chica, aunque bien podía ser que se relamiera de observar a la chica. Lentamente comenzó a acercarse quedando expuesto a la vista y al estar cerca del mantel repleto de comida y de la chica gruñó en señal de advertencia. El lobo estaba hambriento y le importaba bien poco si su comida era aquella suculenta comida o la preciosa chica que acababa de servirla.

**Enya Edelweiss** Miér Jul 29, 2009 12:01 am

Deleela se pone casi totalmente de pie y sisea amenazadora hacia el recién llegado. Enya ni se inmuta, como aquél que dice, ni le hace caso. Cuando ya están todas las fiembreras sacadas, la joven se gira hacia el lobo y le sonríe dulcemente.
- Te dejo elegir: o tomas tu forma humana y comes conmigo o te quedas como lobo y te guardo los huesos
La camiseta de Enya deja la espalda al descubierto, como es habitual en ella, no lleva sujetador y enmedio de la espalda se puede ver el tatuaje de unas pequeñas alas. Lleva un pantalón tejano negro y la camiseta es azul pastel.
- ¿Quieres que le dé un buen achuchón, En?
- Tranquila, De, no parece peligroso, solo es un lobito hambriento -Enya se incorpora y se acerca al animal, le rasca detrás de las orejas haciendo caso omiso a los gruñidos que le lanza. Le da un beso sobre la cabeza y le sigue rascando detrás de las orejas- ¿Vas a venir como humano o como lobo? Lo digo por sacar más cubiertos o no...

**Nathaniel W. Moon** Jue Jul 30, 2009 3:58 am

La actitud de la chica le pilló por sorpresa y no pudo más que enarcar una ceja al mirarla aun desde su forma licantropa. Decidió poder hablar asi que volvío a su forma humana y se quedó mirando a la chica aun con la ceja enarcada.
- Eres consciente de que eso que has hecho no es nada natural verdad?- Le comentó con la interrogación esctrita en la mirada.- Lo normal hubiese sido que te echaras a correr y no que intentaras jugar con un lobito como y. En otras circunstancias hubieses muerto. Pero hoy me has pillado de buen humor.

**Enya Edelweiss** Jue Jul 30, 2009 4:08 am

La sonrisa no desaparece de la cara de Enya, que le habla con voz dulce.
- No me caracterizo por salir corriendo a la primera de cambio... más bien por ser temeraria...
- Dudo que nos hubiera matado, En...
- Calla, De, que el chavalín no te entiende... Dudo que hubieras podido con nosotras, cariño... soy algo más que lo que aparento -Enya le guiña un ojo con simpatía- Además, creo que si me conocieras ni acercarte hubieras osado... Bueno, nos presento: Yo soy Enya Edelweiss, okupa en el despacho de la directora Ereb y esa monada de ahí es mi mascotita Deleela, encantadas
La sonrisa no desaparece de la cara de Enya en ningún momento y parece bastante pacífica. Además, es considerablemente mona. Casi parece frágil.
- ¿Y bien, lobito, te vas a presentar?
- No hace falta, seguro que se llama Eufrasio, o Teódulo.
- Deleela, compórtate o te quedas sin buitre

**Nathaniel W. Moon** Jue Jul 30, 2009 4:14 am

- Creeme no soy de los que se achanta por cualquier cosa. Ni esas alas de acero me hubiesen impedido atacarte si asi lo hibiese querido- Le dijo con voz divertida mientras se apoyaba en un arbol para sentarse.- Y si lo dudabas creo que sí, podría con vosotras.- su sonrisa era autosuficiente y miraba a la chica como si fuese aburrido el don de esta.- Soy Nathaniel W. Moon. Puedes llamarme Nate, o mejor...No me llames. Tampoco tienes que malgastar saliva buscando a alguien que piensa ignorarte-Le dijo aun con esa sonrisa en los labios. Era verdad, no le interesaba la chica, al menos no inteluctualmente asi que no pensaba prestarle mucha atención al menos que fisicamente le demostrara lo contrario

**Enya Edelweiss** Jue Jul 30, 2009 4:25 am

La sonrisa desaparece del rostro de Enya y un brillo asesino se deja ver fugazmente en sus ojos. Deleela lo capta y sisea a modo de advertencia silenciosa para el muchacho.
- Mira, niñato, no me subestimes ni me vengas con superioridades. El último que lo hizo acabó como pasado por un pasapurés y ahora mismo intento no matar, así que no me tientes. Si me ignoras peor para ti, no me has visto mosqueada, nene, y te recomiendo que evites verme así. Solo pretendía ser agradable contigo, pero está visto que no eres más que un criajo que se cree superior a todos y no hay cosa que me ponga más enferma que las personas como tú.
Deleela ya ha desencajado la mandíbula y tiene al buitre medio metido en la boca. Enya mira a Nathaniel fijamente a los ojos sin amedrentarse.
- Me da lo mismo que seas hombre lobo, como si quieres ser hombre oso hormiguero me trae sin cuidado, pero no me gusta que me subestimen, y menos aquéllos que no me conocen. Pero sabes qué? Yo tengo algo de lo que tú careces: Educación -Dicho esto le tiende una fiambrera y unos cubiertos- Te he ofrecido acompañarnos en este picnic, y como la oferta ya está hecha, sigue tan en pie como cuando la he formulado, por suerte o por desgracia para De y para mí. Por cierto, no necesito tu piedad, así que borra esa mirada de perdona-vidas que me estás dedicando

**Nathaniel W. Moon** Jue Jul 30, 2009 4:44 am

La chica acababa de ganarse mi respeto y mi atención.
- Vale, perdona. Los cambios de aire me vuelven algo arisco. No me gustaría subestimarte porque parece que no eres alguien con quien poder hacerlo. De nuevo e pido disculpas por haberlo hecho, pero desde luego que no das la sensación de alguien asi mirandote desde la distancia. Me parecias una chica de 7º de lo más relajadita y ya veo que me he equivocado en todo. - Su mirada había cambiado y ya no se mostraba tan superior. Aun asi mantenía algo de esa superioridad pero era cosa de costumbre. - ¿Qué te parece si borramos esto ultimo y empezamos de nuevo desde que me invitas a comer con vosotras?- Le dice todo lo educadamente que se podía esperar de alguien de la alta sociedad mágica.- Llamame Nata y estaré encantado de compartir estos manjares con vosotras.- Ahora sonaba algo repipi pero teniendo en cuenta su educación no era de extrañar.

**Enya Edelweiss** Jue Jul 30, 2009 1:17 pm

- No debieras fiarte tanto de tus ojos como de tu instinto, si lo hubieras hecho, habrías detectado mi aura y te habrías guardado bastantes de las palabras despectivas que me has soltado -Enya coge una fiambrera con ensalada y un tenedor que parece extremadamente afilado, coge algo de ensalada y acompaña el tenedor con una mano debajo por si gotea vinagre
Enya examina a Nathaniel con descaro y logra sacar dos conclusiones: 1- Es bastante mono y 2- Es más refinado que ella. Come ensalada distrídamente, absorta en sus cabilaciones sobre el chico. Deleela reposa cuan larga es con un abultado vientre.
- ¿Sabes, Nate? Soy animaga... me transformo en una cascabel... ah, y se me olbidaba -Enya se pone colorada- No soy alumna, soy profesora... de transformaciones, concretamente...
La chica parece realmente bonita con ese rubor en las mejillas y más cuando aparta la mirada. Parece como si la avergonzara su juventud. No el miedo a se una mala docente, simplemente que la hayan tomado por una alumna más. Lo que el chico no sabe es que Enya puede ponerse muy seria y ser mucho más madura de lo que ha mostrado hasta el momento y de lo que tiene planeado mostrarle al chico.
- ¿Te pones roja, En?¿Te atrae el lobito?
- Calla, De... no es eso...
- Ya, claro...
- Te lo digo en serio, Deleela... no es que me g... -Enya corta la frase al darse cuenta de que no está hablando en pársel y cambia de frase- que me guste... mucho... la ensalda, es que no me apetece la carne
- Qué mona, se pone colorada...
- Calla y duerme y digiere, De...

**Nathaniel W. Moon** Sáb Ago 01, 2009 1:43 am

El chico se acerca una fiambrera que tiene pasta y comienza a comer con otro tenedor que había por allí, algo menos afilado que el de la chica.
- Ya me he dado cuenta de que no podías ser una simple alumna.- Miró a la chica y al verla algo sonrojada no pudo evitar quedarse mirandola. Era bastante guapa y ese rubor hacía que su belleza fuese aun mayor. La observó mientras se llevaba el tenedor a la boca un par de veces y al descubrir su mirada sobre él se limitó a sonreir y a sonrojarse ligeramente. Escuchó la conversación entre la serpiente y la chica, bueno al menos la parte de la chica, e intuyó por donde iban de verdad los tiros. Eso lo hizo sonrojarse un poco más aunque a penas era perceptible el color de sus mejillas.

**Enya Edelweiss** Sáb Ago 01, 2009 1:58 am

Enya mira a Nathaniel fingiendo sorpresa al verse descubierta en pleno uso de sus facultades de divagación. Si las serpientes rieran, Deleela estaría desternillada puesto que los dos humanos le parecen la mar de divertidos... le recuerdan a las luces de los semáforos.
- Por qué te sonrojas, Nathaniel?
- Uy, Enya, te han descubierto, cariño!
- El craneo te voy a descubrir yo a ti, De!
Enya aparca la fiambrera de ensalada y coge un trozo de una que contiene una tortilla de patata troceada. Come sin fijarse, de forma automatizada, totalmente inmersa en su mundo en busca de una excusa para el examen de rayo láser al que está sometiendo a Nathaniel. Como no encuentra ninguna excusa válida, no da ninguna. Una botella sive dos vasos de té helado y Enya apura el suyo de un solo trago. Deleela durme o al menos eso parece, asíq ue casi está un poco más libre, sin la serpiente al acecho esperando para soltar algún comentario mordaz
- No tienes un nombre muy francés, Nate... vale, yo no tengo uno muy español pero... mis padres, que son raricos

**Nathaniel W. Moon** Sáb Ago 01, 2009 5:20 pm

Al oir la pregunta que le lanzó la chica sobre su sonrojo se sonrojó algo más pero disimuló con una tos mal fingida.
- Esto...No estaba sonrojado. Es que...Me estaba atragantando- Tosió de nuevo como si estuviese quitando algun trozo de comida de su garganta. Sonrió y siguió comiendo alternando la pasta con la ensalada que la chica había dejado. Seguía mirandola algo embobado, aunque intentaba que no se le notara. Sonrió algo más al escuchar su última frase y tragó, limpiandose la boca al segundo para poder hablar.
- Es normal que no te suene francés. Es un nombre de origen escocés. Mis padres son tan simples que ni para eso fueron originales: somos escoceses pues nombre escocés. Auqnue he de decir que me encanta mi nombre.- Normalmente el chico era más callado pero ese dia se sentía hablador y así lo demostraba.- ¿Y como es eso de que tus padres son raritos para elegir los nombres? Acaso son de los que cogen los nombres de la telenovela de moda o de algun cantante?- sonrió dando a entender que si eran de esos que con su nombre habían acertado de lleno.

**Nana.Wilder** Sáb Ago 01, 2009 6:06 pm

Nana y su ratón hacía rato que andaban por los jardines. Cacahuet iba corriendo por el suelo, poco común ya que siempre iba en el hombro, cabeza o bolsillo de Nana, parecía buscar algo de comida y se metió en unos matorrales.
-Oh venga... Sabes que aquí no hay moras... Sal del arbusto, Cacahuet -al ver que el ratón no le hacía caso se arrodilló y se metió suspirando dentro de las ramas- Mira que eres... ¡sal de una vez! -se tubo que arrastrar entre hojas y barro hasta salir al otro lado del matorral. Vió a su ratón con un pequeño arándano en sus manitas- ¿Contento? Ya has conseguido lo que querías -suspiró y alzó la mirada.
De repente se encontró con un chico y una chica compartiendo un magnífico camping, miró a Enya y luego al desconocido.
Al mirar al chico algo en la cabeza le hizo "clik", no era alguien normal, si es que en esa escuela había alguien normal... Pero sabía que tenía algo especial. Miró al arbol que tenían detrás y le preguntó mentalmente todo lo que supiera de ese extraño.
"Por fin de vuelta, Nana... ya echábamos de menos alguien con quien hablar...", ella sonrió y tras saludar volvió a preguntar "Pues puedes estar contenta, este chico puede ser lo que andas buscando desde hace tiempo... No es un humano cualquiera, ni un animal cualquiera..."
-No puede ser! No puede ser! -dijo poniéndose en pies de un salto- Tú!-la mirada se le iluminó, su sonrisa realmente expresaba lo feliz que estaba-Eres un lobo! Eres un lobito precioso! ¿Verdad que sí, verdad que es eso?

**Enya Edelweiss** Sáb Ago 01, 2009 10:39 pm

Enya emmascara las ansias asesinas contra Nana detrás de una sonrisa radiante que no modifica ni siquiera cuando lucha por contener a duras penas las alas a causa de las ganas que tenía de mantener ese encuentro fortuito con Nathaniel a escondidas del mundo. Abre una fiambrera y enseguida el aroma a frambuesas se extiende desde el interior. El pastel favorito de Enya reluce como un sol de color rosado. Haciendo un esfuerzo sobrehumano, despliega una sola ala y arranca un cuchillo. Sabe que si las despliega las dos correrá la sangre. Corta la tarta de queso en ocho trozos, deja la fiambrera en el suelo y se pone de pie.
- Ahora vuelvo, con vuestro permiso... -Las alas se abren de lado a lado alcanzando un tamaño de dos metros de largo por dos de ancho. Enya se eleva en los cielos hasta esconderse detrás de una nube. Descarga una bomba de cuchillos en dirección a una nube lejana y el brillo asesino de su mirada, que había aflorado en cuanto les había dado la espalda a sus acompañantes, desaparece lentamente. Vuelve a bajar al suelo, lo único que Nana y Nathaniel han podido distinguir entre las nubes ha sido un destello plateado que ha surcado las nubes como una centella. Enya sonríe afablemente mientras recoge las alas y vuelve a sentarse donde estaba- Lo siento, me pareció ver algo raro y fui a comprobarlo.
- Vaya, En, creo que se te ha acabado el ligoteo por hoy, querida...
- Deleela, no estoy para bromitas, cariño, así que harías bien en mantener esa lengua bífida escondida y en silencio.
- ¿Me amenazas?
- No, te advierto por las malas...
Nana y Nathaniel miran a Enya y Deleela, es la primera vez que oyen a la chica hablar pársel y la verdad es que habla una pársel muy viperino. Si no supieran que es animaga, se asustarían de que tuviera tan "buen acento"

**Nathaniel W. Moon** Dom Ago 02, 2009 12:32 am

Vió como llegó la chica y enarcó una ceja sorprendido. Obviamente si él tuviese que elegir un calificativo para cualquier licantropo no usaría el de precioso. Y aunque él fuese ese tipo de lobo que gusta mirar en cualquiera de sus formas seguía sin encajar en ese adjetivo.
- Yo no usaría la palabra precioso para referirme a alguien que puede arrancarte la cabeza con los dientes. Pero si, soy un licantropo.- La miró con algo de recelo. No le habñia gustado la interrupción. Estando con enya se sentía más libre que de costumbre y al llegar la niña había vuelto a sentirse obligado a mantener su mascara de rudeza. Sintió que Enya sentía algo por el estilo y que ese era el verdadero motivo de su vuelo repentino. Podia leer tras la fachada de la chica que no le había gustado la aparición de la niña y que si hacía falta matarla lo haría sin pensarlo. Eso le gustó y sonrió interirmente. Quizás para la proxima tortura contara con ella como ayuda. Tras escuchar el perfecto parsel de la chica e intuir de que iba la cosa se dirigió a la niña en voz baja.
- Intuyo que la cosa no va muy bien. Si me permitieras quedarme a solas con ella para poder tranquilizarla. Tengo menos posibilidades de morir que tú.- Usaba su mirada más angelical, acompañada de su mejor sonrisa de persuasión y un tono de voz irresistible. Ninguna chica podia negarse a irse viendolo asi.

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 1:17 am

Enya coge una porción de tarta de queso con cobertura de frambuesa y le pega un mordisco pequeñito mientras por su cabeza desfilan una tras otra todaqs las torturas que ha contemplado en los museos de la tortura, las que ella ha puesto en práctica y las que ha inventado. Es un recurso que utiliza a la hora de calmarse, enumerarlas una a una. Deleela parece haberse vuelto a dormir ya que, cuando Enya se acuesta a su lado, ni se mueve. El sol baña a la chica y a la serpiente con su calor y parecen lo menos amenazadoras que han parecido en todo el rato. Enya tiene la piel algo pálida y desde donde están Nana y Nathaniel parece tener el mismo tacto aterciopelado que la piel de melocotón. Ninguno sabe lo que pasa por la cabeza de Enya, ninguno sabe que el calor del sol la adormece y que sueña con largos paseos por el Parque Güell con el sol primaveral y la reconfortante sombra de un entorno tan natural y con tantos árboles. De repente, Nathaniel siente que alguien pretende penetrar en su mente. Es una sensación extraña, no es como cuando un humano intenta hablarle a tu cerebro, es más bien como si un animal intentara hacerlo...

**Nathaniel W. Moon** Dom Ago 02, 2009 1:24 am

El chico estaba inmerso en su constante mirada a Enya. Verla así tumbada y tan apetecible se le antojaba de lo más bello. Pero de repente una sensación estraña invade su mente. Como experto oclumante tenía su mente bien cerrada a cualquier intruso pero sintió que algo, porque sabía que no era humano, pretendía entrar en sus pensamientos para comunicarse con él. Dejó una ligera rendija de su mente abierta, dejando entrar y salir la conversación pero ningun recuerdo ni pensamiento más
- Supongo que eres tú verdad deleela?

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 1:39 am

- La misma. Mira, ire al grano porque si Enya se despierta e intuye una tercera persona en nuestro vínculo la fastidiamos -La voz de Deleela suena en la cabeza de Nathaniel como la de una mujer madura y experimentada. Sin saber muy bien cómo, su mente se ve rodeada de un parque de estilo modernista- Enya es mi niña ¿estamos? Un solo paso en falso y te abrazaré tan fuerte que te sentirás morir. Recuerda qu epor muy fuerte que parezca, no deja de ser una chica y que siente como tal... oh, mierda!
La conexión se corta en cuanto Enya abre uno de los ojos medio adormilada. Mira a Nathaniel y le sonríe dulcemente. Para sorpresa del chico, Deleela vuelve a hacerse la dormida, se diría que incluso ronca. Enya se incorpora frotándose los ojos, apenas se ha quedado traspuesta un par de minutos cuando algo la ha despertado inesperadamente y la ha devuelto a los jardines de Beauxbatons cuando paseaba por el parque más famoso de su amada ciudad natal.
- Nate... ¿nos hemos visto alguna vez en el Parque Güell? Es que tengo la impresión de haberte visto allí pero... no sé...
Parece que por suerte, el sol ha actuado como un buen anestesiante y que no relaciona la aparición de Nate en el parque con el hecho de que él y Deleela estuvieran hablando unos instantes antes. Al menos parece no haberse dado cuenta... menos mal.

**Nathaniel W. Moon** Dom Ago 02, 2009 1:54 am

Escuchó algo sorprendido lo que le decía De. Quizás ella viera alguna posibilidad de que Enya y él acabaran juntos y por eso le advertía. No le dió tiempo a decirle que jamás dañaría a Enya, al menos no de forma consciente o sin permiso, cuando vió que la conexión se cortaba y la chica volvía a despertar. Escuchó su pregunta y decidió que mentir sería más facil
- Quizás nos cruzaramos en mi último viaje a Barcelona. Pero no creo que hablaramos ni nada por el estilo. Si eso hubiese pasado me acordaría seguro, no suelo olvidar a chicas como tú.- Le dijo con una sonrisa radiante.

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 2:05 am

Los colores acuden a la cara de Enya como las llamas a la llamada del hombre antorcha y la chica enseguida busca algo que le permita darle la espalda a Nathaniel, al menos hasta que el color le baje un poco. Despliega un ala, arranca un cuchillo y lo tira contra las ramas del olivo. Una rama de tamaño considerable le cae en las manos y el cuchillo cae clavándose en el suelo justo a medio centímetro del muslo de Enya. La chica lo arranca y comienza a tallar la madera con maestría.
- No sé hacer punto ni nada por el estilo, pero soy bastante hábil tallando figuras... -Deleela abre un ojo fingiendo justo acabar de despertarse.
- ¿Por qué estás roja, Enya?
- ¡No estoy roja!
- Uy, sí que lo estás...
- Y tú estarás como una salvaslip extraplano si...
- ¿Si vuelvo a decir que estás roja?¿Te recuerdo que ellos no me entienden? Estás desvelando nuestras conversaciones tú solita...

**Nathaniel W. Moon** Dom Ago 02, 2009 2:42 am

No pudo evitar una risita floja al escuchar la conversación entre la serpiente y En. Había estado mirando con detenimiento la figura que comenzaba a tallar la chica intentando descifrar qué era.
- No te procupes por ponerte roja En. Te sienta muy bien- Le dijo tras callarse De.- Si yo fuera tú buscaría siempre un motivo para sonrojarme y así realzar mi belleza como haces tu. Estas preciosa- ¿De donde habían salido esas palabras? ¿De verdad las habñia dicho él o habían sido imaginaciones suyas? Al terminar de hablar se llevó una mano a la boca, como acallandose y el mismo tono que coloreaba las mejillas de la chica tiñeron sus mejillas.
- esto..Yo quiería decir...esto...- Ver para creer. Nathaniel Wolfe Moon tímido ante una chica. Sin duda los cambios de aires no le sentaban bien al lobito

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 2:59 am

Contra todo pronóstico de posibilidad, Enya se sonroja más todavía, se gira y mira a Nathaniel a los ojos directamente. Se acerca un poco a él, aparentemente para dejarle ver la figura que está tallando. Como por accidente, sus caras están a escasos centímetros, ambos contemplando la veela que Enya está tallando con gran maestría.
- Si quieres, cuando la acabe, te la puedes quedar... si quieres... la figura, digo... -Enya no puede evitar sonrojarse más. En parte por la proximidad del muchacho, en parte por los piropos que el muchacho le ha soltado breves momentos antes. El corazón le late desbocado. El cuerpo de Enya desprende un embriagador a granada con un toque de limón. La verdad es uq ecuanto más de cerca le ve, más mono le parece... le gustaría besarle, pero lo acaba de conocer y simplemente se muerde el labio mientras sigue tallando la veela. Le ha quedado un cuerpo de infarto y de repente se siente inferior incluso a la estátua que ella ha tallado. Mira a Nathaniel rezando para no encontrarse con la mirada del chico.

**Nathaniel W. Moon** Dom Ago 02, 2009 3:10 am

Su sonrojo fue en aumento a la vez que el de la chica. Tenerla tan cerca le habñia puesto algo nervioso, cosa a la que no estaba acostumbrado, y eso aun le subía más los colores.
- Eres...digo, es preciosa- Dijo refiriendose a la veela. Le estaba quedando muy bein aunque a él le hubiese encantado que la figura fuese una miniatura de la chica.- Será un placer para mi poder quedarmela- Le dijo algo timido.
Quería besarla, y de hecho su cara avanzaba muy lentamente hasta la suya buscando ese beso tan deseado. Pero algo lo retenía. Quizás el echo de no saber qué sentía ella, o lo más natural: que acababa de conocerla. Mientras se debatía entre lo que quiería hacer sus ojos no se apartaron de ella y se sonrojó algo más al cruzar sus miradas.

**Nana.Wilder** Dom Ago 02, 2009 10:38 am

Parecían haberse olvidado de que ella estaba presente, y es que a pesar de las advertencias no pensaba moverse de donde estaba el lobo. Hacía años que andaba en su búsqueda y preguntaba a toda roca y arbol del lugar donde estaba si había visto a alguno, ahora que lo había encontrado no lo iba a despedir tan facilmente, era igual si mil cuchillos la atravesaban o si perdia la cabeza de un mordisco.
Se quedó un rato medio embobada observando la conversación entre Enya y el lobito pero en seguida notó que el arbol la llamaba, así que lo miró sonriendo y se dispuso a escucharle, en todo un verano tendría muchas cosas que contarle, y la verdad es que Nana esperaba que le contara cosas del lobo, pero no fue así.
-Me ha dicho un amigo que eres animaga, Enya...¿En qué te transformas?-sabía que había algo entre esos dos, una fuerte atracción, pero ya tendrían tiempo de volver a encontrarse y seguir si realmente existía esa atracción.

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 12:30 pm

Enya se pone roja como un tomate y se aparta de Nathaniel de golpe. Agradece la intervención de Nana infinitamente, definitivamente, no era el momento de besarse, aún ni lo conocía suficiente.
- Me convierto en una cascabel, capaz de matar con un mordisquito.
Sin previo aviso, donde estaba antes Enya, hay ahora una cascabel. Enya vuelve a la normalidad y se aparta el pelo de la cara con un gesto natural. Recoge la figura de madera y sigue tallándola, está haciendo ya los detalles del cuerpo escultural de la veela. Despliega otra vez una sola ala y arranca un cuchillo muy pequeño que maneja con igual destreza por todo el cuerpo de la figura. Sonríe satisfecha y sopla los restos de madera.
- Nana, cariño, me irías a por unas hojas de laurel y unas de limonero? Quiero hacerle un vestidito a la veela. Entretanto, yo...
Enya se pone en pie y se dirije a la orilla del mar. Se quita la ropa, se pone un sujetador de espaldas a ellos y se queda en ropa interior. Les sonríe desde lejos y se mete en el agua. Cuando el agua le llega algo más arriba de las rodillas les saluda por última vez y se zambulle en el agua. Emerge poco después con un puñado de algas en las manos. Las algas son de un color verde brillante.
La chica vuelve con ellos llevando la ropa en la mano. La ropa interior negra, chorrea agua y el cuerpo de ella brilla con miles de destellos a causa de las múltiples gotitas que lo cubren. Se sienta donde estaba con toda la naturalidad y coloca las algas en la cabeza de la muñeca. Sopla el cabello de la muñeca y las algas adoptan todo el aspecto de una melena verde preciosa.
- Así seguro que no se pudren. ¿Has ido a buscarme las hojas que te he pedido, Nana?

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