Re: Picnic en los jardines

**Nana.Wilder** Dom Ago 02, 2009 12:57 pm

-Sí-dijo con una sonrisa y dejó a su lado un puñado de ojas de laurel y uno de ojas de limonero. Immediatamente su ratón deja un par de ojas de laurel en la pila de las de limonero- serás bobo...-las coge y las pone en su sitio.
Se sentó en el suelo mientras miraba la figura que Enya había tallado.
-Es muy bonita...-Cacahuet buscó su mano para que lo acariciara y así lo hizo-Enya, ¿tú crees que un animago se transforma en animal o toma forma de animal?

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 5:14 pm

Enya se toma su tiempo antes de contestar: saca de la cesta hilo y aguja y no responde hasta que tiene la aguja enhebrada y ha comenzado a coser.
- Yo mezclo ambas parte, no sé los otros animagos -Habla mientras cose, aparentemente concentrada en su labor- Por ejemplo, adquiero el instinto y las costumbres de las cascabeles pero controlo mis actos para no dañar a las personas o animales que me gustan. Son muchos años como animaga, así que ya lo hago de forma natural. -Si no me controlara ya estarías envenenada con un pie en el otro barrio piensa en su fuero interno. Dada la conexión existente entre los cerebros de Enya y Deleela, la serpiente no puede evitar tener que contener la risa ya que teoricamente está durmiendo.
El vestido que Enya está cosiendo para la estatua va tomando forma y desprende aromas a limón y a laurel. Ya ha acabado de gastar todas la hojas que Nana le ha traído cuando arranca unas briznas de césped y las cose también. Mira su obra son orgullo y la sopla de arriba a abajo. Mira a Nathaniel con una sonrisa afable y le guiña un ojo. Viste a la muñeca y la sopla también. La madera adopta un tono rosado y los ojos tallados de la veela se vuelven violetas, el cuerpecito está tíbio y es suave. Le tiende la muñeca a Nathaniel.
- Tranquilo, no está viva, solo he hecho que ninguno de sus componentes envejezcan, así su vestido olerá siempre a laurel y a limón y su pelo a mar... Por cierto, tienes algo de lechuga aquí -Enya se señala la comisura de la boca. Se muerde el labio y toma aire antes de soltar la trola- Antes solo trataba de... de avisarte, pero tus ojos... -Se pone roja como un tomate- tus ojos me... -se acerca lentamente a Nathaniel pero parpadea y se aparta- tienes unos ojos hipnotizantes... -Está roja como un tomate. El sol calienta su cuerpo y le seca la ropa interior que aún está ligeramente mojada.

**Nana.Wilder** Dom Ago 02, 2009 5:43 pm

Miró como Enya se acercaba al chico lobo cuando escuchó una vocecita que la llamaba. Miró a sus espaldas y una florecita azul susurraba su nombre.
-Nana, vete de una vez... No es sano interrumpir en estas ocasiones...
-¿Estas ocasiones? ¿Qué ocasiones?
-En que hay tanta tensión entre una mucher cuchilla y un hombre lobo... vas a acabar mal si no los dejas solos de una vez...-las flores son así, como su vida es corta siempre temen por ella, no quieren que se acabe antes de lo previsto.
Nana se puso a reír y acarició los pétalos de la flor.
-Oh venga va... Si me matan es decisión suya, y la verdad, si me matan por no poder ligar un ratito es que son algo cortitos...-los mira de reojo y se ríe.
Su ratón le sube por el brazo, se queda en su hombro y empieza a hacerle cosquillas en las mejillas para que, si el chico y la chica pensaron por un momento que se reía de ellos, tal y como realmente hacía, lo pudiera disimular y no la mataran.

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 6:21 pm

Enya le sonríe a Nana y a la chica se le ponen los pelos de la nuca de punta. Enya le lanza un beso en el aire y, de repente, Nana ve transportada al Parque Güell. Está sentada con Enya al lado en el banco ondulante. Se alarma al ver que su ratoncito no está con ellas.
- Tranquila, solo estás aquí mentalmente, te he arrastrado para poder hablar contigo sin que el lobito me ponga nerviosa. Nuestros cuerpos siguen en pleno picnic. -Parece que eso no tranquiliza a Nana demasiado- Oh, relájate, no voy a matarte! Ya te dije en el tren que me caes bien, por eso contesto a todas tus preguntas. Sí, me atrae el chico, pero confía en mí si te digo que nadie va a tocarte por mucho que estés aquí. Por mí mejor si lo estás, nos acabamos de conocer y no puedo permitir que una especie de "atracción animal" me nuble y me anule el sentido común. Te recuerdo que seré profesora, debo ser responsable. Lo que no me gusta que te rías de mis momentos de debilidad, así que procura contenerte, querida.
De golpe y porrazo, vuelven a estar en el jardín. Enya le sonríe dulcemente mientras un trozo de tarta de queso y frambuesas va directoa las manos de Nana. Una fiambrera con un trozo de queso chédar de tamaño más que considerable sale del cesto y se abre.
- Me sabe mal que tu ratoncito esté aquí muriéndose de hambre mientras nosotros comemos

**Nana.Wilder** Dom Ago 02, 2009 6:32 pm

Sonríe, coge un cachito del trozo de tarta y se lo da a Cacahuet, este lo agarra con las manitas y empieza a roer. Vuelve a mirar a la flor y sonríe.
-¿Ves? No me va a pasar nada -sonríe orgullosa, incluso saca pecho- Tengo una amiga que me protege -le saca la lengua, se levanta y mira a la chica-Enya, tú qué vas a ser profesora... ¿No están algo raras las directoras? No las he visto ni en el tren y en los pasillos iban algo pensativas...

**Enya Edelweiss** Dom Ago 02, 2009 7:20 pm

Enya mordisquea su trozo de tarta y vuelve a tomarse su tiempo para responder: Coge una servilleta negra y se seca los labios.
- Bueno, es que Dolly le está siendo un poco "problemática" a Erebus y las cosas están que trinan. Ereb se pasa el día en su despacho cuadrando los números de la mudanza y Dolly... bueno... mejor me callo...
Enya manda un cuchillo hacia el olivo y cae una rama bastante más pequeña que la primera que hizo bajar. Coge el cuchillo grande y talla la rama hasta que la deja un poco más grande que una pelota de tenis. Coge el cuchillo pequeño y sigue tallando con él. Poco a poco, la forma de una ratoncita la mar de mona comienza a perfilarse. Un ojo avizor hubiera detectado la coincidencia de los temas delicados con la dedicación de Enya a tallar figuras de madera.
La cola de la ratoncita es bastante larga, el cuerpo es menudo pero aún no tiene bigotes y eso le da una apariencia rara. Enya la contempla dulcemente y se acerca a Nathaniel con el pretexto de mostrarle la figura, sus caras vuelven a estar muy cerca pero esa proximidad no dura demasiado ya que Enya se aparta y se acerca al cesto. Rebusca dentro un poco y saca en sus manos una cinta de tela suave azul de considerable tamaño, su varita y un mechero. Corta un trozo pequeño de la cinta y hace un lacito en la cola de la ratoncita, quema los extremos para que no se deshilache. Después se corta ella unos cuantos cabellos y tras darles un par de golpes con la varita se quedan rígidos. Los implanta en unos agujeritos al lado de la boquita de la figura que a todos les habían pasado desapercibidos hasta que ella los ha utilizado. Acaba de tallar el pelaje con gran detalle y mantiene la figurita entre sus manos, finalmente, sosteniendo la varita con un pie, se golpea las manos tres veces y cuando las abre la figurita respira por si misma y corretea por ellas. Enya deja a la ratoncita en la fiambrera del queso y le sonríe a Nana.
- Le he hecho una amiguita a tu ratoncito y te he dado a ti un poco de trabajo más porque te tocará cuidarla.
Enya casi debora una manzana, parece cansada. Se viste y cuando ya lleva la ropa puesta, se quita el sujetador con naturalidad. La espalda vuelve a estar al descubierto por la camiseta.

**Nathaniel W. Moon** Lun Ago 03, 2009 1:46 am

El hecho de que Nana hubiese vuelto a hablar lo había sumido en un silencio profundo. Solo observaba lo que hacian las dos chicas y a veces sonreia para que no pareciese que estaba medio muerto.
Sin embargo se habia quedado anodadado mirando el cuerpo mojado de Enya y no poder disfrutar del momento a solas con la chica lo llevaba a torturar en su imaginación a Nana. Al acercarse Enya para enseñarle la ratoncita vuelve a sonrojarse y lo disimila mirando hacia otro lado. No sabía porqué se sentía asi con esa chica cuando jamás le habia pasado algo por el estilo. Observó a la chica cambiarse pero miró a otro lado cuando se quitaba el sujetador. No quería que la chica se sintiese observada mientras lo hacía ni que pensara que era un depravado. Cuando sintió que la chica había acabado volvió a mirarla y le dedicó una sonrisa amplia.
- Te envidio En. Yo jamás podría hacer cosas asi, soy un patoso con las manualidades. Aunque dame a alguien para torturar y te aseguro que rogará por su muerte.- Le dijo dejando que una sombra siniestra tomara sus ojos al hablar de la tortura. Demasiados dias sin una bonita tortura que recordar cuando se aburriera.

**Enya Edelweiss** Lun Ago 03, 2009 3:30 am

Enya le sonríe dulcemente mientras un trozo de tarta de queso va a directo a las manos de Nathaniel. Por suerte, ni siquiera sospecha de las aficiones más recónditas de Enya. Garabatea algo en una hoja de papel y se la tiende a Nathaniel con una sonrisa deslumbrante: "Creo que algo sé sobre torturas". Guarda todas las herramientas de talla pero siente que la cabeza le da vueltas y debe realizar grandes esfuerzos por mantenerse despierta. Una voz de mujer experimentada le resuena en la cabeza
- Has gastado demasiada energía, En, eso te pasa por estirar más el brazo que la manga...
Deleela tiene razón y ella lo sabe, bosteza disimuladamente sin poderlo evitar. Mira a Nathaniel y a Nana. Comienza a ver chiribitas de colorines y decide tumbarse un poco. Esta vez opta por no moverse demasiado y se queda tumbada al lado de Nathaniel, que está medio reclinado sobre el cesped. Enya apoya la cabeza en el brazo izquierdo y cierra los ojos. Los abre un momento antes de dormirse.
- Nate, si te molesto me pegas un codazo y yo me aparto, no te cortes...
Enya se queda dormida enseguida, su rostro es el vivo reflejo de la paz interior. Se ha dormido con una sonrisa en la cara, contenta de haber encontrado a un chico tan interesante como Nathaniel.

**Nathaniel W. Moon** Lun Ago 03, 2009 3:53 am

Leyó la nota que le tendía En y no pudo evitar esbozar una sonrisa que algo de siniestra si que tenía
- Será un placer para mi compartir ese hobby contigo- Le susurró para que Nana no lo escuchara. Después vió como la chica se tendía a su lado y su sonrisa se volvió más tierna. Escuchó sus palabras y nego, quitandole importancia con un gesto
- Tú no molestas preciosa- Le dijo antes de que se quedara dormida. claramente la frase llevaba una indirecta escrita en ella aunque tampoco esperaba que Nana la captara. Intuía que la niña quería algo más de él.
Sin embargo siguió ignorando a la chica. Comío algo más pero en ningun momento sus ojos se apartaron de Enya. Lo tranquilizaba ver la paz que irradiaba la chica y su sonrisa parecía perfecta mientras dormia. Sus pensamientos buscaban el momento en el que dejó se ser un hormonado para fijarse en aquella chica pero no consiguió encontrar ese momento. Pero tampoco le importaba, quizás el cambio merecía la pena.

**Enya Edelweiss** Lun Ago 03, 2009 4:16 am

Enya descansa plácidamente bajo la mirada de Nathaniel. Sueña con árboles y paques de su amada y añorada Barcelona. Ahora pasea por el parque de la Ciutadella. En las franjas de hierba centrales, hay chicos y chicas haciendo malabares y ella se para a mirarles. Un grupito maneja el diabolo que es una delicia. Otros hacen girar unos pesos con unos lacitos de colores. Decide que un día tiene que ir allí con Nathaniel, hacer otro picnic en el césped, bajo la sombra de uno de los grandes árboles que refrescan la zona. Inconscientemente, se acurruca algo más hacia el chico
- ¿Te estás enamorando, Enya? -Deleela se descuelga desde un árbol.
- ¿Sinceramente? No lo sé... es extraño...
- Juventud, divino tesoro!
Algo de rock catalán comienza a sonar como hilo musical en el sueño de la chica, que se deja mecer por el viento en los árboles y el solecito primaveral del parque. Habla en sueños.
- Un día vendremos juntos...

**Nathaniel W. Moon** Lun Ago 03, 2009 5:48 am

Volvió a sonreir y a sonrojarse al ver como Enya se acurrucaba más hacia él. Su único impulso en el momento es llevar su mano hacia el cabello de En y comenzar a acariciarlo con cuidado para no despertar a la chica.
La mira embelesado y en sus pensamientos maneja la posibilidad de haberse enamorado. Pensandolo asi, mientras miraba a la chica, no le resultaba dificil de aceptar pero sabía que si se alejaba de ella podría llegar a pensar que no era el mismo. Aunque estaba seguro de que el sentimiento no iba a cambiar.
Escuchó la frase que En dijo en sueños y se sonrojó aun más. ¿Estaría hablando de él? Estuvo tentado de entrar en su mente para ver sus sueños pero prefirió no hacerlo. Si lo hacía y descubria que estaba soñando con otro chico quizás se volvería alguien celoso y el otro chico recibiría una buena sesión de tortura.

**Nana.Wilder** Lun Ago 03, 2009 9:00 am

Hacía rato que contemplaba a ese chico, le extrañaba su comportamiento... El encuentro con él no estaba siendo como ella esperaba...
-Oye, em... Lobo, ¿tú estás orgulloso de ser lo que eres, no? -dijo mientras se agachaba a coger a la ratoncita y la acariciaba. Sonrió al ver como Cacahuet se acercaba curioso a su nueva amiga pero luego miró a los ojos al chico.

**Nathaniel W. Moon** Lun Ago 03, 2009 10:25 pm

Retiró unos segundos la mirada de la cara de Enya para mirar a la niña pero continuó acaraciando su pelo con cuidado.
- Pues si, estoy orgulloso de ser licantropo. ¿Porque no iba a estar orgulloso de lo que soy desde que nací?- Le pregunta algo extrañado. Para él que llevaba desde el mismo instante en que nació siendo licantropo era facil estar orgulloso de lo que era, como cualquiera estaría orgulloso de su condición.
En cuanto contestó volvió a mirar a Enya. Le parecía que aun estaba más bella mientras dormia ya que aquella expresión de serenidad le daba un matiz inocente que mientras estaba despierta no podía permitirse.

**Nana.Wilder** Lun Ago 03, 2009 10:58 pm

-Porque no pareces un lobito...-lo mira indiferente, mientras acaricia a su ratón-No tienes nada que te asemeje a ellos, y mátame si quieres, pero un lobo no mata por pura rabia, placer, porque le da la real gana... Y pareces muy "autodidacta", solitario, no quieres que nadie te toque las narices... Y los lobos son seres cariñosos, familiares, con sentimientos... Y te debes creer muy fuerte, poderoso y malvado, pero los lobos atacan en manada, no tienen una fuerza ni una rapidez extraodinaria, aunque si una resistencia admirable... Pero nada de lo que creo que tú crees que vas sobrado... Y quizá me equivoco cuando digo que poco tienes de lobo más que la capacidad de tomar su forma, pero lo digo...
Realmente ese chico no era lo que ella había estado buscando toda su vida...

**Enya Edelweiss** Lun Ago 03, 2009 11:57 pm

Enya abre un ojo y se incorpora mientras retira la mano de Nathaniel de su pelo. Le sonríe a Nana cariñosamente mientras habla.
- ¿Te parece Deleela una pitón? Es dulce, cariñosa y le gusta tener compañía, pero aun así es una pitón y si te abraza te descalabra. No debes caer en estereotipos, cariño, solo los necios lo hacen ¿Te parezco yo, tal como me vería ahora un observador anónimo, capaz de matar? Pues lo soy, y no soy virgen en ese terreno
- Ya, pero...
- Es lo mismo, Nana. Todo son estereotipos, miles de aburridos y cargantes estereotipos. Yo me enorgullezco de ser animaga, me enorgullezco de ser una ascabel y me enorgullezco de mi misma al 120%. Al que no le guste que no mire, tan simple como eso. Y... con todo mi cariño y todo mi amor, neni, pero los lobitos no son ni cariñosos, ni familiares con los humanos.
Enya está sentada medio de lado y sonríe abiertamente hacia Nana. Realmente no parece del tipo de personas que se carga a alguien y puede dormir esa noche
- ¿Qué me dices de tus alas?¿También de ellas te enorgulleces?
- Por supuesto, solo las llevo escondidas porque no son una buena cara de presentación, además que son incómodas si hay que cruzar alguna puerta. Pero no te puedes imaginar lo útiles que son -Enya mira sonriente a la ratoncita a la que ha dado vida y a la mascota de Nana- Parece que se llevan bien, me alegro... -La chica se gira lentamente y mira de frente a Nathaniel- ¿Puedo be...?
Enya está roja como la luz de un semáforo.

**Nana.Wilder** Mar Ago 04, 2009 12:10 am

Nana suspiró y siguió mirando a sus ratones.
-Hubiera preferido que me respondiera el lobito...-alzó la vista clavándola en el chico- Siento haber decido eso, pero es que me siento algo herida por una gran decepción... Lo siento, sé que no eres culpable...
Arrancó un par de hojas del cesped que brillaba con el Sol.
-Y no sé porque dices que no pareces alguien capaz de asesinar... Todo el mundo es capaz de asesinar, yo misma he asesinado... -se miró las hojas de las manos y suspiró triste- Sin motivo alguno...

**Nathaniel W. Moon** Mar Ago 04, 2009 12:45 am

- Pues siento decepcionarte pero no soy un lobo de manada, ni siquiera soy un lobo de los tu tienes en mente. Quizás no conozcas muchos licantropos pero esto es lo que hay. Si te gusta bien y si no ya puedes darte media vuelta e irte.- Quizás era algo duro con la niña pero le moñestaba que lo trataran como a un lobo normal. Escuchó la respuesta casi simultanea de Enya y sonrió al ver que ella si que lo comprendía.- Nana- su voz se volvío algo más suave- Te diré algo. Los licantropos de nacimiento somos distintos al resto. Nos controlamos y podemos usar nuestro don a nuestro placer. Además si que tenemos esa individualidad que nos hace unicos además de una fuerza y una rapidez algo mayor a las de los licantropos normales. ¿Por qué? Es facil. Llevo más años como licantropo de los que tu llevas existiendo. Controlo cada aspecto de mi licantropia con una magestria que muchos licantropos ancianos aun no conocen puesto que solo se transforman con la luna llena. PEro aqui me tienes, capaz de transformarme con solo pensarlo- Hizo una breve demostración y volvió a su estado normal.- Y sobretodo nunca olvides que a un licantropo como yo no le puedes tocar las narices demasiado. No me busques las cosquillas y no habrá peligro para ti de mi parte.- Su voz era algo amenazadora pero no denotaba una amenaza instantanea.
Y toda amenaza se vio disipada al sentir la mirada de Enya en él. Su pregunta no había acabado y ya estaba colorado, igual que ella aunque de una forma más suave.
- Si puedes be...? Que querias decirme

**Enya Edelweiss** Mar Ago 04, 2009 12:54 am

Enya cada vez enrojece más, como el hierro cuando lo acercas al fuego. Se da la vuelta dándole la espalda a Nathaniel y Nana ahoga una risita como buenamente puede. Toma aire un par de veces y se gira hacia Nathaniel una vez más, parece que el color se va bajando, como cuando alejas el hierro del fuego. Baja poco a poco hasta que sus labios y los del chico están a apenas unos centímetros.
- Quería preguntarte si podía besarte... -Vuelve a ponerse roja y se aparta de él lentamente para que el chico no se sienta presionado. Se siente culpable casi al instante- Lo siento, Nate, se me fue al olla, no debería haber... ni haberlo imaginado siquiera, lo siento...

**Nathaniel W. Moon** Mar Ago 04, 2009 1:15 am

Al oir sus palabras el chico se enrojeció aun más. Tenerla tan cerca y oir aquella pregunta lo hizo reaccionar sin pensarlo. Cogió la cara de la chica entre sus manos antes de que se apartara del todo y sin ningun pudor la besó. Fue un beso corto pero intenso, cargado de emociones que el chico dejó fluir inconscientemente. Al separarse miró a la chica a los ojos y se sonroj´aun más, pero logró calmar su repentina timidez en unos segundos.
- La proxima vez no me preguntes preciosa, hazlo sin más. Estaré encantado de que mis labios beban de los tuyos.

**Enya Edelweiss** Mar Ago 04, 2009 2:35 am

El cerebro de Enya procesa mucha información en muy poco tiempo, o al menos lo intenta hasta que su cerebro decide darse por vencido y solo se dedica a sentir las cosas sin procesarlas. Lo último que esperaba cuando le dijo lo del beso era que él se adelantara a sus movimientos. Su cerebro estaba preparado para que el chico se apartara, saliera corriendo o la empujara, pero no para que la besara. Cuando se separan, la cabeza le da vueltas, como si hubiera vaciado una bota de vino de un solo trago. Se inclina hacia Nathaniel y lo besa en los labios muy dulcemente, un beso pequeño y dulce como una cereza.
Cuando vuelven a separarse y ella lo mira de pies a cabeza, le dan ganas de llorar y de reír a la vez. Deleela abre un ojo y los mira ocultando la sensación de felicidad desbordante que le llega por linia directa desde el cerebro de Enya. No sabe si es cosa de que tanta dulzura le remueve las tripas o que simplemente ya ha llegado el momento, pero se aleja y regurgita un puñado de plumas, un pico y unos huesos. Su vientre disminuye considerablemente de tamaño pero sigue estando bastante abultado. Vuelve al picnic y se queda tomando el sol plácidamente, dejándose embriagar ella también por la alegría de Enya.
A pesar de eso, y como buena amiga que es de la chica, decide que hay que ponerle a Nathaniel los puntos sobre las íes. El chico siente que alguien o algo intenta penetrar en su mente.
- Toc, toc, correo comercial...

**Nathaniel W. Moon** Mar Ago 04, 2009 5:27 am

Sonrió interiormente al verla rebozante de alegria y al recibir de nuevo un beso de sus labios. Mientras la miraba solo podía desear volver a pobrar aquella delicia que nada tenían que envidiarle a los mejores postres del mundo. Su felicidad le llegaba a él haciendo que se sonrojara de nuevo mientras no podía parar de sonreir. Parecía que volvia a ser un adolescente y que aquel era su primer beso, y en cierto sentido lo era.
De repente sintió como algo, o alguien entraba por alguna rendija que su mente dejó abrierta y sonrió a la serpiente.
- Adelante. Aunque si me empiezas a comer la cabeza para que compre una enciclopedia que nunca usaré serás mi suguiente comida- Bromeó dandole paso a De a su mente encerrando momentaneamente todos los sentimientos que fluian por su mente.

**Enya Edelweiss** Miér Ago 05, 2009 1:51 am

Deleela penetra en la mente de Nathaniel adoptando la forma de una mujer adulta con expresión solemne.
- Hey, en tu mente puedo proyectarme con la imagen que me venga en gana, no me mires así. Bueno, vamos a dejar las cosas claras. Primer punto: no hace falta que reprimas tus emociones, si supieras la lluvia de alegría que Enya me ha echado encima... Segundo punto: En es mi niña, se las he visto pasar más p*tas que a Caín por culpa del amor. Ahora mismo, se está enamorando de ti a marchas forzadas y te juro por todos mis muertosque como la hagas ilusionarse para luego pegarle la patada, yo misma me encargaré de darte a ti un buen abracito. Ya lo has visto, no he venido a vender enciclopedias, solo a llamar las cosas por su nombre. Y no me quedo más rato no vaya a ser que Enya note que le he cerrado mi mente.
Deleela se retira de la mente de Nathaniel sin esperar respuesta. Enya se siente eufórica y no ha notado que Deleela ha cortado su vínculo un ratito. Vuelve a acercarse a Nathaniel y le da un beso bastante más apasionado que los anteriores.

**Nana.Wilder** Vie Ago 07, 2009 10:09 pm

Al ver que se volvían a besar se tumbó en la hierba, cerró los ojos olvidándose de todo y esperó que algun elemento del jardín en que se encontraban le hablara. Como si de humo se tratara una voz se le metió por la oreja susurreando, en ese momento ya no pudo dejar de sonreír.
-Que gusto volver a poder hablar con alguien con pies en vez de raices...-era una voz cansada, que alargaba un poco las vocales pero tampoco demasiado, era la característica de los arbustos de romero. Este suspiró- A finales de este verano me empezaron a llegar rumores de que hay alguien que te busca...
-¿Y sabes si le han dicho donde me encontrará?-dijo susurrando. Al hablar de su boca salía como una pequeña brisa verde que incluso parecía tener una cierta textura a musgo.
-No, no quieren ponerte en peligro
-Si me busca es porque me quiere encontrar... -abrió los ojos lentamente y buscó con la mirada el viejo arbusto de romero, lo encontró y sonrió- ¿Puedes decirle a los demás que si vuelven a preguntar le respondan?
-Naturalmente...
Nana se levantó, miró de reojo a la parejita, suspiró y tras esperar a que los dos ratones se subieran a su hombro y se fue entre los mismos matorrales por los que llegó.

**Nathaniel W. Moon** Dom Sep 13, 2009 11:13 pm

Le sonrió a la serpiente cuando se retiró de su mente y después despidió a Nana con la mano y se acercó a Enya. Se la veía feliz y eso lo animaba con lo que una de sus angelicales sonrisa apareció en su cara mientras se embelesaba mirandola.

**Enya Edelweiss** Lun Sep 14, 2009 1:29 am

Enya se despide de Nana con la mano y se pone roja cuando nota la mirada embelesada de Nathaniel sobre ella. Baja la mirada para evitar mirar directamente al chico. Saca un cuaderno y un bolígrafo de la cesta y se pone a escribir a una velocidad frenética. En poco más de cuatro minutos ha llenado toda la página y cierra el cuaderno. Se lo tiende a Nathaniel con la mirada baja, roja como parar el tráfico con solo ponerse al lado de la carretera. Su cerebro le comunica que si estuvieran en un lugar más resguardado, no dudaría en echarse encima del chico y el tono rojo de Enya aumenta un poco más.
- He escrito la primera página del que podría ser un diario compartido si quisieras. Sé que es una cosa muy cursi, pero me resulta más fácil que sepas lo que siento si lo escribo... me gustas mucho, Nate. No sé por qué, pero me gustas mucho -Quizá es esa sonrisa, esos ojos ese... todo. Se sigue poniendo roja.
Nathaniel lee el primer párrafo: Cuando creía que no volvería a pasarme después de lo de Angel, Aparece él y... caigo de nuevo ante cupido. Quisiera besarle muchas veces y mi cerebro quisiera tumbarse a su lado o encima de él, no lo tengo claro, pero creo que no debo, no sé cómo se lo tomaría. Definitivamen¡nte, me gusta. El escrito sigue.

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