Re: Picnic en los jardines

**Nathaniel W. Moon** Lun Sep 14, 2009 2:43 am

Seguía mirandola embelesado mientras escribía. Le gustaba aquella pequeña arruga que salia en su entrecejo cuando se concentraba. Le gustaba que sacara un poco la lengua mientras escribía. En general le gustaba toda ella. Escuchó sus palabras y miró el cuaderno que le había tendido. En otros momentos le habría parecido una cursilada, pero ahora no se lo parecía. A decir verdad le parecía algo de lo más interesante. Era una forma original de decirse el uno al otro lo que sentian. Leyó el primer parrafo escrito y no puedo evitar parar de leer para abrazar a Enya y darle un suave beso en los labios.

- Cielo, cuando quieras y te apetezca puedes tumbarte a mi lado, o encima de mi. Nunca me va a importar que hagas eso preciosa.- Le dijo acunandola entre sus brazos con una sonrisa mientras comenzaba a pensar en lo que escribiría él.

**Enya Edelweiss** Mar Sep 15, 2009 12:50 am

Enya apoya la cabeza en el pecho del chico y se deja abrazar oyendo el latir del corazón de Nathaniel. Aunque rara vez se pone rojo, el corazón le late bastante deprisa, quizá por los nervios. Ella misma está nerviosa, desea poder leer loq ue él escriba, poder ver qué tipo de letra tiene y qué le dice sobre él su caligrafía, quiere conocerlo. Levanta la vista hacia el chico y le da un beso en el cuello. Vuelve a bajar la mirada repenetinamente tímida, casi no se puede creer que haya sido ella la que haya hecho eso.
- Vamos, En, ambas sabemos que tienes debilidad por los cuellos -La voz de Deleela suena tranquila en la cabeza de Enya.
- Ya, pero es que le acabo de conocer y mira ya cómo...
- Eso no tiene nada que ver, pequeña, quizá estabas esperando su "aparición estelar".
- ¿Aparición estelar?
- Sí, su llegada.

**Nathaniel W. Moon** Lun Nov 09, 2009 5:09 pm

Había vuelto a sumergirse en la lectura del diario cuando sintió aquel beso que despertó un repentino escalofrío en su cuerpo. Todos y cada uno de sus vellos se pusieron de punta y la piel de gallina. Aquella zona era su punto debil desde siempre. Sonrió ante la reacción y bajó la cabeza para besar la coronilla de la chica apoyada en su pecho. Estaba de lo más comodo así.
Acabó de leer la hoja y se sentía feliz de saber lo que sentía la chica por él. Esa felicidad pronto llegó a su rostro, iluminandolo con una tibia sonrisa y una mirada llena de amor. ¿Como en tan poco tiempo podía sentir eso por aquella chica?

Contenido patrocinado